NUEVA YORK/ROMA.- Moody's Investor Service recortó el martes la calificación de los bonos de Italia en tres escalones, señalando que ve un "incremento material" en las necesidades de financiamiento para los países de la zona euro con altos niveles de deuda.
La consultora rebajó la nota de Italia a "A2" desde "Aa2", menor a la de Estonia, y mantuvo un panorama negativo sobre la calificación, una señal de que mayores recortes pueden ser posibles dentro de los próximos años.
La medida se produce después de que Standard & Poor's rebajó la nota de Italia a "A/A-1" desde "A+/A-1+" el 19 de septiembre y subrayó la creciente incertidumbre de los inversionistas sobre la tercera mayor economía de la zona euro, que se encuentra ahora firmemente en el centro de la crisis de deuda.
"El panorama negativo refleja los riesgos económicos y financieros en curso en Italia y el área euro", aseguró Moody's en un comunicado.
"El ambiente de incertidumbre del mercado y el riesgo de un mayor deterioro en el sentimiento inversor podría restringir el acceso del país a los mercados de deuda pública", agregó.
Deuda y dificultades políticas
Moody's también aseguró que la calificación de Italia podría "transitar a niveles de calificación sustancialmente menores" si hubiera incertidumbre de largo plazo sobre la disponibilidad de fuentes externas de apoyo de liquidez.
La mezcla de crónico bajo crecimiento de Italia, un alta deuda pública equivalente al 120% del Producto Interno Bruto y una difícil coalición gobernante ha causado que crezca la alarma en los mercados financieros.
La decisión de la agencia calificadora no tiene mucha sorpresa luego de que dijera el 17 de septiembre que finalizaría una revisión para una posible rebaja de sus notas de Italia dentro de un mes.
Los costos de endeudamiento italiano han subido en los últimos tres meses y sólo han estado bajo control por las compras de sus bonos gubernamentales en el mercado secundario por parte del Banco Central Europeo.
El gobierno de centroderecha del primer ministro, Silvio Berlusconi, ha estado bajo una fuerte presión sobre su manejo en la escalada de la crisis y recientemente recortó sus pronósticos de crecimiento hasta el 2013.
Ahora espera que la economía se expanda solamente un 0,6 por ciento el próximo año, una baja frente a una estimación previa del 1,3 por ciento.
El mes pasado, el gobierno presionó por un paquete de austeridad de 60.000 millones de euros, adelantando en un año al 2013 una meta de equilibrar su presupuesto, a cambio de apoyo para sus golpeados bonos por parte del BCE.