SANTIAGO.- Alcanzar las nubes sin necesidad de subir a un avión parece ser el objetivo de las autoridades de Beijing, que planean construir un hotel siete estrellas inspiradas en el edificio más alto del mundo.
Aunque todavía no se sabe con exactitud la altura del rascacielos, el diseño que manejan los oficiales administrativos tomaría como modelo los 828 metros del Burj Khalifa.
La construcción del edificio costaría US$ 1.300 millones y los recursos serían inyectados por Arabia Saudita.
Los dirigentes chinos se han mostrado esperanzados de que el proyecto no tenga los problemas que tuvo el Burj Dubai, ya que unas semanas después de su construcción el mal funcionamiento de un ascensor dejó a varios turistas varados en el piso de observación.
Además, hasta el otoño, sólo un 8% de los apartamentos del recinto en Dubai estaban ocupados y los arriendos habían caído a la mitad.
Si bien la clasificación de siete estrellas no está oficialmente reconocida a nivel internacional, Dubai cuenta con el Burj Al Arab en dicha categoría y Beijing con el Pangu construido cerca del estadio Olímpico de 2008.
De acuerdo con lo proyectado, la torre se ubicará en Mentougou, uno de los barrios marginales del oeste de Beijing.