SANTIAGO.-El presidente del Comité Nacional Pro defensa de la Fauna y Flora (CODEFF), Bernardo Zentilli; el Centro de Estudios y Conservación del Patrimonio Natural (CECPAN) y el Coordinador Nacional Programa IBA Chile de BirdLife Internacional, Patricio Ortiz, denunciaron el "grave daño e impacto ambiental" que provocaría el megaproyecto Parque Eólico Chiloé, que sería emplazado en un corredor biológico de aves playeras y marinas entre el humedal de Quilo y la playa de Mar Brava.
El proyecto de la empresa chileno sueca EcoPower, contempla la instalación de 56 aerogeneradores de 128 metros de altura aproximadamente y de 2 MW de potencia cada uno, en una superficie de 1.000 hectáreas, con un monto de inversión de US$235 millones de dólares para un periodo de 25 años, de vida útil del parque.
Las organizaciones medioambientales y algunos representantes de la comunidad local denunciaron que la presentación del proyecto se realizó un día antes de que fuera promulgada la ley que exige, para proyectos de esta envergadura, la presentación de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y la participación ciudadana.
Los especialistas señalan que la instalación de este megaproyecto traerá consigo una serie de impactos medioambientales, sociales, culturales y patrimoniales a una comunidad de más de dos mil personas, al tránsito diario de aves por los humedales y el litoral, 18 sitios arqueológicos, así como también el riesgo para las actividades económicas pesquera, agrícola y turística que atrae a más de 14 mil visitantes entre septiembre y marzo de cada año.
Patricio Ortiz señaló que la zona del Proyecto Eólico Chiloé fué recientemente reconocida por la comunidad ornitológica chilena y BirdLife International “como una Área Importante para la Conservación de las Aves (IBA, por sus siglas en inglés) bajo el nombre de “Sistema Quetalmahue, Quilo y Mar Brava”. Las IBAs son sitios de importancia mundial para la conservación de las aves y otra biodiversidad.
En el caso del “Sistema Quetalmahue, Quilo y Mar Brava”, ha sido reconocido como IBA dado su importancia para especies amenazadas de extinción a nivel mundial, y "por albergar congregaciones de aves migratorias de significado global, sumando a un total de miles de aves en el área de impacto del mencionado proyecto”.
Jorge Valenzuela del CECPAN puntualizó que lo grave de esta situación está dado por la intervención de “una de las zonas más importantes y ricas en biodiversidad de Chiloé y el centro – sur del país. El proyecto se emplazará en un corredor biológico de aves playeras y marinas, que según los censos, cuenta con la presencia de más de 3.000 aves migratorias del hemisferio norte, sin incluir los cientos de aves terrestres que usan el mismo territorio.”
Las organizaciones señalaron que, efectivamente, “Los parques eólicos pueden ser beneficiosos en la lucha contra el cambio climático, pero deben ser ubicados, diseñados y gestionados para que no tengan impactos negativos relevantes en aves de reconocida importancia nacional e internacional, o sus hábitats. Los parques eólicos en rutas migratorias, como el caso del Proyecto Eólico Chiloé, merecen especial atención".
Los principales efectos negativos potenciales de los parques eólicos, según las citadas organizaciones, en las aves son: mortandad directa por colisión; alejamiento obligado por las molestias de las turbinas o exclusión del parque eólico entero; obstáculos a los desplazamientos, deteriorando o rompiendo los vínculos ecológicos entre zonas de alimentación, invernada, reproducción y muda; y cambios o pérdida del hábitat debidos a los aerogeneradores y la infraestructura asociada.