PARÍS.- Un informe publicado hoy por la OCDE establece que Chile tiene una de las tarifas de roaming de datos más alta entre los 34 países miembros, la que incluso puede llegar a ser 20 veces más cara que la de la nación más económica.
Tan significativa diferencia se registra considerando el valor más barato de para el uso de 5 Mb en una sesión. Mientras Eslovenia paga sólo 3,3 dólares, en Chile se llegan a cancelar casi 70 dólares, es decir, 20 veces más.
Otra diferencia sustancial se concluye al considerar el destino más barato para usar 1 MB de datos en cinco sesiones diferentes en un lapso de una semana. El promedio de los países del OCDE en esta medición fue de 21,88 dólares, mientras que Chile fue el país más caro, con un costo cercano a los US$ 75, que resultó ser doce veces mayor al de Luxemburgo.
Chile vuelve a ser el país más caro si se considera el promedio de uso de 1 MB de datos en cinco sesiones diferentes en un lapso de una semana. Mientras el promedio de los países del OCDE fue de US$ 37,15, el costo en Chile es de US$ 75,14.
También es el más caro si se mide el promedio de uso de 5 MB de datos en una sesión en un día en los diferentes países de la OCDE. El mismo resultado se obtiene al medir 20 Mb en 20 sesiones durante un mes. Igualmente Chile es el país menos económico al considerar el uso de 20 MB en una sola sesión.
Tras dar a conocer los resultados de este estudio, la OCDE denunció un nivel de competencia "insuficiente" -en términos generales- entre los operadores de telefonía móvil.
Las razones de las divergencias antes expuestas pueden deberse, según las conclusiones del estudio, a que los operadores abonan precios al por mayor más reducidos y que los repercuten a sus clientes, pero también una mayor competencia en un país como Grecia que en otro como Canadá.
Los autores del informe subrayaron que tendría que haber más operadores que apliquen "medidas simples" como enviar un SMS a los clientes cuando viajan al extranjero para informarles de su parrilla de precios o fijar un límite de gasto o de volumen de datos a partir del cual se cortaría el servicio.
Eso "contribuirá a evitar situaciones en las que los usuarios deben afrontar una factura de varios miles de euros cuando vuelven de un viaje al extranjero", señalaron.
La organización también destacó que aunque las tarifas mayoristas para el envío de datos están reglamentadas en la Unión Europea, eso todavía no ocurre en las tarifas de detalle.
Y la consecuencia es que si bien los precios al por mayor han bajado en los últimos años en Europa, las diferencias entre éstos y los que se aplican a los abonados particulares se han acrecentado, muestra a su juicio de "una posible ausencia de competencia eficaz en ese mercado".