PUERTA DE FATMA.- Los pacificadores de la ONU destacados en un punto fronterizo entre Israel y el Líbano apartaban el sábado a civiles libaneses que trataban de molestar a soldados israelíes del otro lado de la alambrada.
La Fuerza Interina de la ONU en el Líbano colocó cuatro vehículos blindados de transporte de personal y decenas de pacificadores en la Puerta de Fatma, escenario de reuniones diarias de libaneses desde la retirada de las tropas israelíes del sur del Líbano esta semana.
Los pacificadores enviaban de regreso a hombres, mujeres y niños que se dirigían a la alambrada para abuchear a los soldados israelíes y agitar ante ellos banderas del grupo guerrillero islámico Hezbolah.
El portavoz de la fuerza de la ONU, Timur Goksel, expresó que unidades móviles nepalesas y ghanesas patrullaban la cerca fronteriza para minimizar la posibilidad de problemas.
''Ellos están patrullando la frontera y cuando ven que hay situaciones donde pueden surgir problemas, tratan de salir al paso antes de que sea muy tarde apartando gentilmente a las personas'', explicó.
El viernes, la acumulación de personas se hizo violenta cuando algunos libaneses lanzaron piedras hacia el lado israelí, que rompieron bombillas y causaron otros daños menores.
''Estamos aquí para prevenir cosas como las que sucedieron ayer'', dijo un pacificador ghanés mientras patrullaba la alambrada.
Los guerrilleros de Hezbolah ocuparon la zona fronteriza después de la retirada de Israel el miércoles.
Los pacificadores de la ONU y los especialistas actualmente verifican si la retirada de Israel del sur del Líbano fue completa, una condición clave para que las autoridades libanesas se hagan cargo de la seguridad en la frontera.
Los pacificadores llegaron el viernes mientras cartógrafos y especialistas comenzaron a trabajar para verificar si la cerca fronteriza está en el límite internacional.
Sin embargo, los esfuerzos de la misión de la ONU se vieron opacados por la demanda de Hezbolah de que Israel se retire de las Granjas de Shebaa, una meseta en disputa próxima a las Alturas de Golán, y amenazó con nuevos combates.
En una decisión que probablemente decepcionará a las Naciones Unidas, el Líbano y Siria apoyaron la demanda de Hezbolah.
