LA PAZ.- El gobierno boliviano prepara una operación militar para desbloquear próximamente una carretera que pasa por la región cocalera del Chapare, a 600 kilómetros al sudeste de La Paz.
El ministro de Gobierno, Guillermo Fortún, informó este miércoles que hubo reuniones de coordinación con los responsables de las unidades militares asentadas en Cochabamba y Santa Cruz para desbloquear un tramo de 200 kilómetros de la carretera que une las regiones este y oeste de Bolivia.
El bloqueo de los productores de la hoja de coca comenzó el 18 de septiembre. "El operativo será en cualquier momento. Esa carretera no puede seguir bloqueada por los cocaleros del Chapare".
El ministro Fortún, acompañado del comandante del Ejército, general Alvin Anaya, y del comandante de la Policía, general Roberto Pérez, viajó ayer martes a Cochabamba y Santa Cruz para coordinar un futuro operativo militar-policial en la región cocalera boliviana.
El gobierno desestimó hoy miércoles toda posibilidad de negociación con los cocaleros, que piden autorización para el cultivo de un "q'ato" (1.600 metros cuadrados) de coca para cada una de las 39.000 familias que habitan en esa región subtropical.
"Nuestra meta de coca cero hasta agosto del 2002 es innegociable. Por eso no vamos a negociar ni un centímetro más de (los cultivos de) coca", dijo Fortún.
Para cumplir con el objetivo del gobierno de Hugo Bánzer Suárez restan erradicar 1.709 hectáreas en el Chapare y 2.500 en los Yungas de La Paz.
El vicepresidente Jorge Quiroga recordó que cuando se inició la erradicación de los cultivos -en 1998- había 34.000 hectáreas de coca en el trópico de Cochabamba.
"El gobierno insistirá con su programa de coca cero porque tiene el apoyo de la mayoría".
Los facilitadores de la ronda de negociación entre el gobierno y los cocaleros insistieron el miércoles en establecer una tregua para evitar enfrentamientos en el Chapare. "La tregua planteada es necesaria para construir una mesa de diálogo que permita, en un plazo no mayor a un mes, consensuar una propuesta de desarrollo humano sostenible en el trópico de Cochabamba", señaló un documento escrito por la Iglesia Católica, el Defensor del Pueblo y grupos defensores de los derechos humanos.
Sin embargo, el ministro de Información Gubernamental, Manfredo Kempff, respondió de inmediato: "Ni por un minuto se suspenderá la erradicación de la coca".
Por su parte, el dirigente de los cocaleros, Evo Morales, respaldó la iniciativa de los facilitadores del diálogo. "Si existen programas para el desarrollo alternativo podemos discutir. Nos comprometemos a no cultivar coca durante la tregua planteada", afirmó.
