NUEVA YORK.- El dirigente palestino Yasser Arafat se reunió este viernes con el Consejo de Seguridad para insistir en la creación de una fuerza de Naciones Unidas para proteger a los civiles palestinos, cuando ascienden a cerca de 200 los muertos en la región, tras seis semanas de violencia.
Arafat, Presidente de la Autoridad Palestina, se reunió con los embajadores de los 15 miembros de los países representados en el Consejo con quienes mantuvo conversaciones de carácter privado.
Estados Unidos, que tiene poder de veto en las resoluciones del Consejo, adelantó que no apoyará la propuesta si Israel no la respalda. Así lo señaló a los periodistas el embajador norteamericano en el organismo, Richard Holbrooke, quien precisó que Arafat había reiterado su propuesta ante el Consejo.
Consultado acerca de si su país vetaría el pedido, Holbrooke destacó que aún no se había confeccionado un borrador de resolución y que Israel no había sido consultado. "Nos opondremos a menos y hasta que sea apoyado por ambas partes", indicó el embajador y agregó que en principio su país no se opone a la sugerencia palestina.
"Pero no vamos a apoyar algo que fue propuesto unilateralmente sin haber sido discutido por la contraparte, directamente", aseguró. "Estamos en un período de extraordinario peligro", añadió Holbrooke y aseguró que no queda otra alternativa que la paz.
La portavoz de la ONU, Marie Okoabe, refirió que Arafat habló durante unos 40 minutos y que luego escuchó a los miembros del Consejo y respondió a sus preguntas. La reunión coincidió con otro "día de la ira" en Cisjordania y la Franja de Gaza, durante el cual varios palestinos fueron asesinados a balazos y un soldado israelí fue gravemente herido.
Dos de las cuatro víctimas palestinas murieron por disparos israelíes en los pasos fronterizos de Karni y Erez, entre la Franja de Gaza e Israel. Un poco más tarde, dos palestinos murieron cerca de la ciudad de Jenin (norte de Cisjordania).
Ayad Fahmawy, de 25 años, fue alcanzado en la cabeza por balas durante un enfrentamiento con soldados israelíes. Usama Mazen Azuqa, de 15 años, murió por un disparo que le atravesó la espalda y el pecho.
Con estas víctimas suman alrededor de 200 los muertos en seis semanas de violencia. Los enfrentamientos se desencadenaron el 28 de setiembre, cuando el líder de la oposición de derecha israelí, Ariel Sharon, visitó la explanada de las mezquitas de Jerusalén, provocando la ira de los musulmanes.
Las discusiones en el Consejo de Seguridad se centraron en el pedido palestino de que la ONU despliegue un contingente de 2.000 observadores militares en Cisjordania y la franja de Gaza.
El observador palestino en la ONU, Nasser Al-Kidwa, había hecho el pedido en una carta al secretario general de la organización, Kofi Annan, el lunes. Annan no participó de la reunión de este viernes, porque estaba viajando de Ginebra a Bahrein, donde inaugurará una nueva oficina de la ONU el sábado, dijo Okabe.
Los miembros del Consejo se reunieron la víspera para discutir la situación en Medio Oriente y un embajador dijo después que no era probable que el Consejo acordara enviar una fuerza armada a la región.
Sin embargo, el diplomático señaló que Estados Unidos estaba tomando una posición cauta y no amenazaba más con vetar cualquier tipo de operación de la ONU.
Gran Bretaña y Francia favorecían el envío de "varios cientos" de observadores desarmados a la región y creían que ello podría tener un efecto estabilizador, señaló la fuente, quien recordó que Israel ya había aceptado observadores de la ONU en sus fronteras con Egipto y Siria y aseguró que en principio los israelíes no rechazarían una nueva fuerza de observadores.
El embajador alemán en la ONU, Peter van Walsum, quien está a cargo de la presidencia del Consejo esta semana, dijo a los periodistas que un borrador de resolución se había presentado ante los miembros del organismo.
