ROMA.- Uno de los médicos que atienden al papa Juan Pablo II se ha mostrado preocupado por el estado de salud del Sumo Pontífice, según revelan hoy medios italianos.
"El Papa debería realizar menos actividades y descansar", dijo el profesor Gianfranco Fineschi, que operó al jefe de la Iglesia católica en 1994.
Desde hace años el Papa, de 80 años, sufre la enfermedad de Parkinson. Durante la bendición de Navidad, se hizo patente las grandes dificultades que tenía al hablar.
Tras el Jubileo del año 2000, el Papa tiene previsto volver a viajar esta primavera. "Cada vez que el Papa emprende un viaje o se cansa en un acto público, tengo miedo por él", dijo el cirujano, según el diario "Il Messaggero".
"Debería prescribirle descanso, pero no tendría sentido". Juan Pablo II está considerado un paciente difícil que no se cuida nada.
El Pontífice está muy debilitado por las numerosas operaciones a las que ha tenido ser sometido y por el Parkinson, continuó el médico. "El Santo Padre tiene un cuerpo con la musculatura de un nadador, pero sin la ayuda de Dios no habría logrado permanecer tan activo".