QUITO.- El gobierno de Ecuador amenazó con "mano dura" para poner fin a las manifestaciones estudiantiles que cumplieron ayer su tercera jornada.
Los estudiantes piden la derogación de un paquete de ajustes que incluyó un incremento en un 25% en el precio de la gasolina y un aumento del 100% en el precio del gas de uso doméstico.
"Todo aquel que quiera subvertir el orden y que se pone al margen de la ley será sancionado con el rigor que la ley indica", dijo el ministro de Gobierno, Juan Manrique.
"No vamos a tolerar este tipo de desmanes y no nos temblará la mano para poner orden", dijo Manrique en rueda de prensa en el Palacio de Gobierno.
La policía detuvo ayer a 46 manifestantes bajo el cargo de vandalismo y agresión a la propiedad privada. En tres días de protestas, se ha informado de 107 detenidos.
La policía también informó de seis heridos, entre ellos un policía que recibió una pedrada en el rostro.
Protestas similares, aunque de menor intensidad, se registraron en Guayaquil, a 270 kilómetros al suroeste de Quito, y en Cuenca, 295 kilómetros al sur de la capital. En estas ciudades no se informó de heridos o de detenidos.
La tercera jornada de protesta coincidió con un paro de transportistas urbanos en Quito. Los choferes adoptaron la medida luego de que el Consejo Nacional de Tránsito de Ecuador canceló un incremento de las tarifas del transporte.