BRUSELAS.- Las vacas locas no dan señales de marcharse de Europa. Alemania y Bélgica anunciaron nuevos casos de la enfermedad, mientras Gran Bretaña invertirá millones para impedir la diseminación de la variante humana, que también destruye el cerebro.
El ministro de Salud de Bavaria, Alemania, dijo que veterinarios en esa ciudad habían detectado otros dos casos sospechosos del mal de las vacas locas.
Los dos animales, ubicados en la ciudad de Lindau, en el sur de Alemania, mostraron signos clínicos de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), pero aún se necesitan más análisis para confirmar estos casos, según el ministro regional de Salud.
Bavaria, es la región más próspera de Alemania y, sin embargo, es donde se han detectado más casos de EEB en la nación, cinco de un total de siete, desde finales de noviembre.Más de 1.500 ganaderos alemanes y activistas a favor de los derechos de los animales protestaron esta semana en Bavaria contra la matanza de 63 vacas que conformaban un grupo donde el mes pasado se detectó un caso de EEB.
Las ventas de carne vacuna han disminuido considerablemente en ese país.
También Bélgica anunció otro caso sospechoso de EEB tras haber comenzado a realizar análisis obligatorios al ganado mayor de 30 meses.
Si las pruebas posteriores confirman que se trata de un caso de la enfermedad de las vacas locas, el hato completo será examinado y después sacrificado, expresó el ministro de Salud de Bélgica en un comunicado.
Esta semana se han hecho análisis a 880 vacas para detectar casos de EEB, según lo dispuesto por la Unión Europea en noviembre.Hasta la fecha, se han confirmado 19 casos de vacas locas en Bélgica.
Por su parte, el gobierno británico anunció que invertiría 300 millones de dólares para impedir la propagación de la variante humana de la enfermedad de las vacas locas a través de equipos quirúrgicos.
El dinero será utilizado para modernizar los equipos de esterilización del Servicio Nacional de Salud, así como para adquirir instrumentos quirúrgicos desechables que, según los científicos, es la forma más efectiva de impedir que la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (CJD), la variante humana del mal de las vacas locas, se disemine por los hospitales.
"No tenemos evidencia de que algún paciente se haya infectado con la variante CJD en hospitales", dijo el Ministro de Salud inglés, John Denham. "Pero mientras aprendemos sobre esta enfermedad, debemos tomar precauciones para reducir el riesgo teórico de transmisión a los pacientes".
La CJD, que se contrae al ingerir carne vacuna contaminada,se pensaba que era producida por un virus, pero luego se descubrió que el agente infeccioso era una proteína.Hasta la fecha esta enfermedad ha cobrado la vida de más de 80 personas en Gran Bretaña y dos en Francia.