JERUSALEN.- El Primer Ministro Ehud Barak está rezagándose bastante tras el líder opositor conservador Ariel Sharon según las encuestas de opinión realizadas hoy, ya que Barak y los árabes tratan de suavizar sus posiciones para negociar la paz.
Una encuesta Gallup publicada en el diario Maariv indicó que el 50% del pueblo israelí apoya a Sharon, quien ha manifestado que de ser elegido no honraría ningún acuerdo de paz firmado por Barak. Sólo el 22% favoreció a Barak. Y otra encuesta publicada por el diario Yediot Ahronot mostró que Sharon tiene una ventaja del 50% contra el 32% de Barak.
Ambos estudios tienen márgenes de error del 4,5%, y fueron realizados entre 640 y 510 adultos israelíes, respectivamente. Barak acude a las urnas el 6 de febrero con la esperanza de ser reelegido y muchos analistas creen que un acuerdo de paz con los palestinos antes de la votación es su única oportunidad de ganar. "No dudo que ofrecemos al pueblo israelí el panorama tal y como es, la verdad desnuda, aunque a veces duela, pero ese es el futuro real de la nación", dijo Barak, al referirse a las concesiones que ha ofrecido a los palestinos. "Ganaremos estas elecciones".
Barak dijo que el rechazo de Israel de permitir el retorno de los refugiados palestinos a territorio israelí es absoluto. Pero los palestinos insisten en que deberían poder regresar millones de refugiados a sus hogares en lo que es hoy Israel. Por su parte los países árabes presionan a Yasser Arafat para que se mantenga firme en esa demanda. En El Cairo, los ministros árabes de Relaciones Exteriores dijeron ayer que el retorno de los refugiados palestinos es un "derecho sagrado".
Este diferendo es uno de los mayores obstáculos para la paz en el Oriente Medio, a pesar de que ambas partes han aceptado el plan de paz, presentado por Estados Unidos como base para las negociaciones. Arafat lo aceptó condicionalmente en una reunión con el presidente Bill Clinton en Washington, esta semana.
Las propuestas de Clinton incluyen la renuncia palestina al regreso de los refugiados palestinos y sus descendientes al territorio israelí. A cambio, Israel cedería a los palestinos la soberanía del Monte del Templo, la colina situada en la parte oriental de la ciudad en la que se levantaron los templos bíblicos judíos y que hoy ocupan dos mezquitas, que los musulmanes llaman el Noble Santuario. Empero, el Consejo Rabínico de Israel dictaminó que renunciar a la soberanía del Monte del Templo es un sacrilegio, y que las mismas negociaciones sobre su destino no están permitidas. Cerca del 30% de los ciudadanos judíos de Israel son religiosos en diversos grados y esa opinión podría ser de peso.