WASHINGTON.- Estados Unidos anunció el viernes que no se opone al compromiso ofrecido por Belgrado para el enjuiciamiento internacional del ex presidente yugoslavo Slobondan Milosevi por crímenes de guerra.
El portavoz del departamento de Estado Richard Boucher dijo que Washington insiste en que Milosevic, que está acusado de atrocidades en la provincia de Kosovo, sea juzgado por el tribunal de La Haya que lo acusó pero que no tiene opinión en donde instalarse esa corte.
"En La Haya significa en el tribunal de La Haya en donde sea que se instale", dijo en alusión al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPI).
"Pensamos que en donde el tribunal lo enjuicie es un asunto a decidir por el propio tribunal y el gobierno de Belgrado".
Los comentarios de Boucher fueron hechos en respuesta a indicios dados por el canciller yugoslavo Goran Svilanovic de que Belgrado admitiría la participación internacional en juicio a Milosevic, que fue depuesto en octubre, en tanto el juicio se realice en Yugoslavia.
De visita en Washington, Svilanovic declaró que deseaba discutir con la procuradora general del TPI, Carla Del Ponte, una fórmula de "gestión sobre el territorio (yugoslavo), en plena cooperación con el Tribunal".
El TPI inculpó a Milosevic de crímenes de guerra en Kosovo en mayo de 1999.
Siendo el primer responsable yugoslavo de alto nivel que visita Washington desde la caída de Milosevic, Svilanovic rechazó entrar en una polémica con la procuradora del TPI, quien categóricamente se opuso este viernes a la idea de que el proceso pueda llevarse a cabo en Belgrado.
"Es imposible tener un proceso en Belgrado porque no es un lugar neutro, y no es posible imaginarse que las víctimas vengan a presentar sus testimonios", declaró en La Haya una portavoz del TPI.
"No quiero entrar en una batalla de declaraciones", dijo por su parte Svilanovic.
El ministro indicó a la prensa que su Gobierno pretende "completar todas sus obligaciones internacionales" en este asunto, pero afirmó que la extradición de Milosevic a La Haya no era más que una opción.
"Es una de las vías posibles. No dije que eso nosotros podemos tomarlo. Yo presenté otras posibilidades", declaró.
Estados Unidos, país que saludó calurosamente el año pasado el reemplazo de Slobodan Milosevic por el moderado Vojislav Kostunica, reclamó con insistencia la presentación del ex presidente ante el TPI.
El nuevo poder en Belgrado se encuentra mientras tanto atrapado entre sus dudas sobre entregar a Milosevic al TPI, cuya legitimidad es cuestionada en particular por Kostunica, y su voluntad de cumplir con sus obligaciones internacionales.
La secretaria de Estado estadounidense Madeleine Albright recibió el jueves de forma prudente la proposición de Svilanovic, aunque -sin rechazarlo- insistió sobre la necesidad del componente internacional en este caso.
Belgrado reanudó en noviembre pasado sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos, en tanto que otros países europeos que participaron en la primavera de 1999 en la campaña de la OTAN en Serbia y Kosovo, remarcaron su voluntad de normalizar rápidamente sus relaciones internacionales.
No obstante, el jefe de la diplomacia yugoslava indicó de forma muy clara que si bien el caso Milosevic figuraba en un buen lugar en sus reuniones en el extranjero, las preocupaciones inmediatas de su Gobierno eran más de orden interno.