JERUSALEN.- Israel y los palestinos intensifican sus contactos para tratar de acercar sus posiciones hacia algún tipo de entendimiento, mientras reina la confusión sobre una posible reunión entre el líder palestino, Yasser Arafat, y el veterano político laborista Shimon Peres.
Fuentes israelíes anunciaron esta madrugada el encuentro Arafat-Peres después de una reunión de alto nivel celebrada a partir de la medianoche entre responsables israelíes y palestinos en el punto de cruce de Erez, entre Gaza e Israel. Según las últimas informaciones de fuentes israelíes, la reunión podría tener lugar el sábado por la noche, aunque los palestinos no lo han confirmado.
Anoche asistieron a Erez, por parte israelí, el ministro de Asuntos Exteriores, Shlomo Ben Ami, y el de Transporte, Amnón Lipkin Shahak, y por parte palestina los negociadores Saeb Erekat, Yaser Abed Rabo y el presidente del Parlamento, Ahmed Qorea (Abu Alá). El objetivo era tratar de avanzar en el proceso de paz y acercar las posiciones de las partes en torno a los principales asuntos en disputa, pero no se registraron progresos, según se informó.
Fuentes palestinas señalaron que Washington está presionando fuertemente a Israel y la ANP para que pueda elaborarse una declaración de principios en base a las propuestas de paz del presidente saliente, Bill Clinton, antes del fin de su mandato, el día 20, que sirva para continuar las negociaciones durante la Administración Bush.
Pero el ministro palestino de Información, Yaser Abed Rabo, reiteró hoy que los palestinos no aceptarán firmar ningún acuerdo interino o declaración de principios que no resuelva el largo conflicto de décadas en base a las resoluciones de la ONU. "No firmaremos ningún documento que sea similar al que se nos presentó en Camp David o a la última propuesta de Clinton", dijo Abed Rabo a la emisora "La Voz de Palestina".
Ambos planes proponen la retirada israelí de Gaza y la mayor parte de Cisjordania, la anexión a Israel del resto para mantener al 80 por ciento de los colonos bajo soberanía israelí, y el reparto de la soberanía de Jerusalén Este.
La última propuesta de Clinton pide a los palestinos renunciar al derecho al retorno de casi cuatro millones de refugiados palestinos y declarar el fin del conflicto con Israel. Pero Arafat y los principales dirigentes palestinos se han negado a aceptar unos principios generales sin conocer los detalles y sin mapas del futuro Estado palestino.
En la reunión de anoche se acordó que habrá nuevas reuniones entre responsables de Israel y la ANP, y según la radio israelí el sábado por la noche volverán a encontrarse Ben Ami y Abu Alá. El asesor de Arafat Nabil Abu Rudaina aseguró que las próximas 48 horas "serán decisivas" para ver si llegan a algo los intentos de ambas partes por alcanzar algún tipo de entendimiento en el tiempo que resta hasta el 20 de enero.
Mientras tanto, como resultado de los últimos contactos destinados a tratar de poner fin a la violencia y para buscar avances en el proceso de paz, Israel comenzó a eliminar algunas de las medidas de castigo impuestas a los territorios palestinos y a su población. Hoy reabrió parcialmente el aeropuerto palestino de Gaza, que podrá operar entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde diariamente, informó Sayed Zidan, jefe de la Aviación Civil palestina. Esta mañana ya salió un vuelo hacia El Cairo, y en las próximas horas tiene previsto despegar otro para Amán.
El responsable calificó la política israelí de abrir y cerrar el aeropuerto a su antojo como "una peligrosa violación" de los acuerdos sobre el funcionamiento de la instalación, y dijo que no hay garantías de que no vuelva a cerrarlo en cualquier momento. Israel abrió además en Gaza el paso fronterizo de Rafah, con Egipto, y el de Karni, por donde pasan las mercancías entre Israel y Gaza, además de eliminar los controles militares en las principales carreteras, que tenían la franja dividida en tres sectores desde principios de año.
Fuentes palestinas dijeron que el próximo paso que esperan es la reapertura parcial, el domingo, del paso de Erez, punto de cruce para personas entre Gaza e Israel, con el fin de que algunos miles de trabajadores palestinos puedan entrar y salir de ese país para trabajar.