ASUNCION.- El gobierno del presidente Luis González Macchi llegó a su punto más crítico desde que asumió el poder en marzo de 1999 cuando su ministro de Economía, Francisco Oviedo, confirmó que no hay dinero ni siquiera para pagar los salarios de enero y febrero de casi 200.000 funcionarios públicos.
El anuncio oficial confirmó lo que analistas económicos pronosticaban desde hace ya tiempo. Si el gobierno no realiza el achicamiento del aparato estatal, las finanzas colapsarán.
La deficiente administración gubernamental, la corrupción generalizada y la baja producción industrial, se sumaron a la crisis que afecta al país desde 1995.
"Las cuentas del Estado están con saldo rojo", admitió el ministro Oviedo. "No existe dinero disponible para pagar el salario de los funcionarios, pero estamos viendo los mecanismos adecuados para obtener los rubros necesarios", explicó.
Pese a la grave situación, dijo que el gobierno tiene tres prioridades: el pago de salarios, el pago de los intereses de la deuda externa -unos 270 millones de dólares anuales- y la cobertura de los gastos del área social, que incluye hospitales y escuelas.
Hacia fines del 99, el gobierno logró colocar en Taiwán bonos del tesoro por 400 millones de dólares para salvar compromisos urgentes. En noviembre último volvió a comercializar bonos por 85 millones de dólares y en la actualidad prepara otra emisión de 60 millones de la moneda estadounidense para seguir cubriendo gastos de su administración.
Hasta diciembre pasado, la deuda externa paraguaya era de 2.199 millones de dólares y el déficit fiscal, a falta de datos oficiales concretos, fue estimado por sectores privados en más de 400 millones de dólares.
"La situación, seguramente, comenzará a mejorar hacia abril cuando suban las recaudaciones fiscales", pronosticó Oviedo. "Vamos a optimizar el control para evitar las evasiones pero difícilmente habrá incremento de impuestos", anunció.
El panorama se torna más complicado si se tiene en cuenta que el Estado aún no pagó el salario de diciembre de unos 50 mil maestros y aproximadamente 12 mil jubilados y pensionados.
El ministro de Educación, Nicanor Duarte, mantuvo una reunión urgente con Oviedo, aclarando que "en la medida que el ministerio de Economía vaya obteniendo los recursos, irá pagando los salarios atrasados".
Mientras tanto, el gobierno de González Macchi no ha difundido ningún plan de recuperación económica aparte de la decisión de privatizar tres de las 15 empresas públicas deficitarios.