LONDRES.- La Armada británica eliminará el uranio empobrecido de sus arsenales porque sus proveedores, la industria de armamento estadounidense, han dejado de producir este tipo de municiones, informó el Ministerio de Defensa del Reino Unido.
El anuncio se produce en medio de una creciente polémica internacional sobre los riesgos para la salud del uso de uranio empobrecido en munición. Portavoces de la Armada británica comunicaron esta decisión tras la publicación en la BBC de un documento confidencial del Pentágono de 1993 en el que se advertía de los riesgos de cáncer para las tropas expuestas a la munición con uranio empobrecido.
La industria estadounidense de armamento ha reemplazado el uranio empobrecido por tungsteno, que aunque es mucho más caro no produce radiación. "The Times" cita hoy un informe de 1998 del Comando Estadounidense de Sistemas Navales que afirma que la utilización de tungsteno tiene una "mayor eficacia en penetración y elimina los problemas de seguridad y medioambientales relacionados con el uranio empobrecido".
La Armada británica compraba a Estados Unidos munición con uranio empobrecido para el sistema antimisiles "Phalanx" para equipar a sus navíos. Las reservas de munición con uranio empobrecido de la Armada británica pueden durar hasta el año 2003, según calculan fuentes militares.
El secretario de Estado de Defensa británico, John Spellar, declaró el martes pasado en la Cámara de los Comunes que las Fuerzas Armadas británicas continuarán utilizando munición con uranio empobrecido, y alegó que no había otra alternativa que aportase la misma eficacia.
Pero la filtración a la prensa, el jueves, de un informe secreto redactado hace cuatro años por expertos de las Fuerzas Armadas británicas que sugiere la existencia de riesgos para la salud del uranio empobrecido reavivó la polémica.
La creciente preocupación por los efectos del uranio empobrecido fue originada por la muerte por leucemia y cáncer de soldados británicos y de otros países europeos que estuvieron en los Balcanes durante diferentes conflictos. El anuncio ahora de la Armada británica ha intensificado el debate, tanto en medios políticos como militares y en la opinión pública, sobre los riesgos de la utilización del uranio empobrecido en la munición.