GAZA.-La reunión entre el líder palestino, Yaser Arafat, y el ministro israelí de Cooperación Regional, Simón Peres, que comenzó en la noche del sábado y concluyó poco después de medianoche, no arrojó resultados concretos, aunque ambos decidieron continuar con las negociaciones.
La entrevista tuvo lugar en la residencia para huéspedes de Arafat en la ciudad de Gaza, donde simultáneamente celebraron una reunión los equipos negociadores de Israel y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Tras las dos reuniones paralelas, de unas tres horas de duración, fuentes gubernamentales israelíes dijeron que en ellas "no hubo un vuelco significativo", mientras que destacadas fuentes palestinas la calificaron de "fracaso".
A su término, Arafat -Presidente de la ANP- y Peres decidieron volver a reunirse, y el primero convocó una reunión con el equipo negociador palestino, mientras los israelíes deben informar a su primer ministro, Ehud Barak. También los negociadores israelíes y palestinos decidieron volver a reunirse, y hoy tienen previsto fijar las fechas para las próximas citas. Arafat y Peres se entrevistaron durante alrededor de una hora a solas esta noche, y en el curso de la reunión debatieron las formas de reducir la violencia que enfrenta a sus respectivos pueblos desde hace más de tres meses, seguir con las negociaciones y evitar que el proceso de paz se vea perjudicado de cualquier modo.
Al mismo tiempo, el líder del partido de derechas Likud y candidato a primer ministro para las elecciones del próximo 6 de febrero, Ariel Sharón, afirmó que "Jerusalén pertenece a todo el pueblo judío, y no sólo a los israelíes, por lo que nadie tiene derecho a dividirla o a retirarse de parte de ella".Sharón hizo esa afirmación en un discurso que pronunció en Jerusalén ante unos 3.000 estudiantes judíos de diversos países que se encuentran de visita en Israel.
En las negociaciones que celebran desde hace meses israelíes y palestinos con vistas a un tratado definitivo de paz, el laborista Barak se manifestó dispuesto a traspasar a los segundos parte de Jerusalén Este. Pero ambas partes tienen divergencias acerca de quién tendrá la soberanía sobre lo que los palestinos llaman Explanada de las Mezquitas y los israelíes Monte del Templo, un lugar situado en el casco antiguo de Jerusalén Este y sagrado para musulmanes y judíos.
La otra divergencias fundamental gira en torno a la solución al problema de los refugiados palestinos que se vieron obligados a huir durante la guerra de 1948 y que, junto con sus descendientes, se sitúan en cerca de los cuatro millones.