SAN SALVADOR.- En medio de montañas de escombros, escenas de dolor, desesperación y desconcierto se vivían hoy en El Salvador después que un terremoto de 7,6 grados de magnitud estremeció este pequeño país centroamericano, dejando más de un centenar de muertos, miles de heridos y millonarias pérdidas económicas.
Más de un millar de personas desaparecieron entre toneladas de tierra en el barrio Las Colinas al oeste de la capital, donde se han recuperado más de 150 cadáveres, según reportes de los cuerpos de voluntarios y de la Policía Nacional Civil.
Según el Comité Nacional de Emergencias, se han confirmado 193 muertos, más de 350 heridos y un millar de desaparecidos en todo el país, pero la policía reportó 234 muertos y más de 2.000 heridos.
El informe de la Policía confirma 16.148 casas dañadas, 4.692 viviendas destruidas, 102 derrumbes en carreteras y zonas rurales y 87 iglesias dañadas.
Solo en Las Colinas, el comité de emergencias informó de 61 muertos, pero periodistas de la AP pudieron comprobar que en la morgue de Santa Tecla hasta anoche habían recibido 121 cadáveres.
"La situación es grave, le pedimos a todos los salvadoreños que guarden tranquilidad, que acaten los llamados que se le hacen", dijo el jefe del comité, Mauricio Ferrer.
Desde el interior del país, entretanto, comenzaron a llegar hoy informes de víctimas y daños.
Cuatro personas murieron y el 95% de las viviendas quedaron aplastadas o semidestruidas en Comasagua, a 28 kilómetros al oeste de la capital, informó José Pérez, jefe municipal de esa comunidad. Reportó también la muerte de cuatro personas.
Un equipo de AP sobrevoló la zona en un helicóptero y confirmó que la comunidad está prácticamente destruida y que los derrumbes continúan causando estragos.
A pesar de la devastación, muchos salvadoreños soportaban su suerte estoicamente tratando de encontrar sobrevivientes o en todo caso sus cadáveres.
Perros entrenados para buscar personas en desastres, enviados por Estados Unidos, recorren la zona buscando sobrevivientes, a veces deteniéndose en algún lugar, donde los equipos de rescate corren a excavar.
Un socorrista de la Cruz Verde dijo que seguirán buscando hasta sacar a las personas enterradas, "vivos o muertos". Dijo que son más de 300 casas las que quedaron destruidas y que ello puede seguir porque puede haber más deslaves de tierra.
Al esfuerzo se han sumado más de 100 voluntarios que llegaron desde México.
Los gritos pidiendo ayuda se siguen escuchando y mientras avanzan las excavaciones aumenta la ansiedad de los sobrevivientes y socorristas, quienes corren hacia un lugar cuando alguien les dice "aquí, aquí estaba mi casa".
Niños, hombres, mujeres, voluntarios, efectivos del ejército y de la policía se han unido a la búsqueda.
Entretanto autoridades municipales pidieron que se evacuara la colonia Pinares de Suiza, ubicada a unos 500 metros de la zona de desastre.
Entretanto, en Guatemala las autoridades informaron que subió a seis la cifra de muertes provocadas por el temblor.
En Guatemala una niña de tres meses de edad falleció en el hospital de Jutiapa, 102 kilómetros al sureste de la capital, después de que la casa en que habitaba cayó sobre ella y sus padres.
De igual forma un hombre de quien aún se desconocen datos falleció en Jutiapa al desplomarse su vivienda.
En Totonicapán, 170 kilómetros al noroeste de la capital, cuatro hombres murieron, cuando se dedicaban a extraer arena de una montaña cercana a la carretera a ese poblado.
"Después del temblor la arena se aflojó, cuando pasó el seísmo volvieron al trabajo y se desprendió parte de la montaña", dijo a la AP Mario Beteta, de la Coordinadora Nacional de Reducción de Desastres
Guatemala brinda electricidad a El Salvador después de terremoto
El terremoto destruyó parte de la infraestructura eléctrica de El Salvador y "estamos dando el 40% de electricidad que ahora consume El Salvador y lo seguiremos haciendo hasta que esta emergencia termine", dijo a periodistas el vicepresidente guatemalteco, Francisco Reyes.
Una interconexión entre los países fronterizos permite el aporte eléctrico guatemalteco.
Por aparte, el mandatario Alfonso Portillo expresó su dolor, consternación y solidaridad con el pueblo salvadoreño luego de la tragedia.
En Guatemala se han reportado seis muertos y destrucción de algunas viviendas por el temblor que duró unos 40 segundos.
Portillo dijo que se comunicó con el presidente de El Salvador Francisco Flores "ayer en la noche y acordamos que Guatemala proporcionaría electricidad, aviones, equipo para retirar escombros y cualquier ayuda que se necesite", dijo a la AP Portillo.
Guatemala y El Salvador tienen una historia reciente de terremotos. En 1976, unos 35.000 guatemaltecos fallecieron cuando un temblor afectó a la zona este del país. Diez años más tarde, un terremoto afectó a El Salvador, provocando unas 1.500 muertes.