CAMP ZEIST, Holanda.- Tras 84 días de trabajosas audiencias, la Corte Suprema Escocesa comenzó este jueves a deliberar acerca de un veredicto para dos libios acusados de destruir el vuelo 103 de la aerolínea Pan American, que estalló sobre la localidad escocesa de Lockerbie en 1988.
Los magistrados se retiraron para considerar 10.232 páginas de declaraciones de 235 testigos acerca del atentado terrorista que ocasionó la muerte a 270 personas. Los jueces prometieron volver a reunirse a fines de mes en un tribunal de alta seguridad especialmente construido en Holanda, e indicarán en esa fecha si están listos para fijar una fecha para el dictamen.
Lord Ranald Sutherland, el presidente del tribunal, dijo que los jueces se volverían a reunir el 30 de enero, pero no emitirán su fallo ese día. Sin embargo, los jueces podrían decir entonces cuándo emitirán su veredicto. "Hay mucho material", dijo Sutherland. "Obviamente nos tomará una cantidad considerable de tiempo llegar a un veredicto".
Los libios Abdel Basset Ali al-Megrahi y Lamen Khalifa Fhimah, son acusados de colocar explosivos plásticos en un grabador a bordo del avión. Once personas murieron en tierra y 259 en el vuelo.
La bomba, oculta en una radio-casetera depositada dentro de una maleta, fue enviada de Malta con etiquetas robadas vía Francfort para que fuera embarcada en el vuelo 103 de Pan Am que partía de Londres, según la acusación.
El abogado defensor escocés intentó desacreditar en sus conclusiones al testigo principal de la fiscalía, un ex espía de la CIA en el organismo de inteligencia libio llamado Abdel Majid Giaka y que reside ahora en Estados Unidos como testigo bajo la protección del gobierno federal.
Giaka declaró en septiembre que vio a Al-Megrahi y Fhimah pasar una maleta sospechosa por la aduana del aeropuerto de Luqa, en la isla mediterránea de Malta, la víspera del ataque. Pero el abogado de Al-Megrahi, William Taylor, sugirió que Giaka habló mal de su cliente para obtener un visado de inmigración norteamericano y compartir la recompensa del FBI.
"Ha sido tan ampliamente desacreditado, que el tribunal no debería considerarlo un testigo confiable en relación con hecho alguno", indicó el letrado. Keen resaltó las negativas de Giaka en sus primeras declaraciones juradas ante un jurado investigador norteamericano, cuando dijo que era pariente del depuesto rey de Libia y que el líder libio era miembro de una conspiración masónica.
"En conjunto, ofrecen un claro panorama del testigo e indican que en el mejor de los casos fue evasivo, engañoso y mentiroso", dijo Keen. Los abogados se mofaron de las afirmaciones de la fiscalía de que son tantas las pruebas sobre la culpabilidad de Fhimah que no será necesaria su declaración.
De ser convictos, Al-Megrahi, de 48 años, y Fhimah, de 44, podrían ser condenados a cadena perpetua en Escocia. Aunque los fiscales no han presentado a testigos presenciales del delito, su caso se basa en unas 180.000 pruebas obtenidas en el curso de los años, que integran la mayor investigación de un caso de homicidio que registra la historia británica.
Esas pruebas incluyen:
- Un fragmento carbonizado de un detonador para bombas de tiempo, hecho en Suiza, que Al-Megrahi había ordenado presuntamente para la agencia libia de inteligencia.
- Restos quemados de ropas compradas en una tienda de Malta por un individuo que los vendedores dijeron que se parecía a Al-Megrahi.
- Declaraciones de un desertor libio que afirmó haber visto a los individuos pasar por la aduana maltesa una bolsa similar a la valija que llevaba la bomba, según las descripciones disponibles.
El experto legal escocés Jon Grant dijo que el caso de la fiscalía se basa esencialmente en que "no hay otra explicación para lo que le ocurrió al vuelo 103 de Pan American".