LA HABANA.- La reciente muerte de dos jóvenes cadetes, al intentar salir de Cuba ocultos en el tren de aterrizaje de un avión de pasajeros, encendió hoy la mecha de nuevas manifestaciones en Cuba.
Para protestar por la muerte de los cadetes y demandar la abolición de una ley migratoria estadounidense hacia la isla -a la que La Habana responsabiliza por casos como el del fallecimiento de ambos jóvenes- el gobierno del Presidente Fidel Castro convocó hoy una manifestación frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos.
"La primera marcha de la revolución victoriosa en el nuevo milenio", dijeron la radio y televisora oficial al difundir la convocatoria en Cuba.
"Mañana y pasado y cuantas veces haga falta" se manifestarán los cubanos, dijo Castro el miércoles pasado, al formular el llamado inicial a las nuevas protestas.
Así los cubanos encaran la posibilidad de una nueva ola de caminatas y manifestaciones, después de que a fines de 1999 y hasta mediados de junio del año pasado caminaran el equivalente a cientos de kilómetros, en una vasta campaña por el regreso a Cuba del balserito Elián González.
Desde entonces el gobierno de Castro anticipó que las manifestaciones no cesarían con el regreso de Elián, quien retornó desde Estados Unidos a Cuba en junio tras siete meses de larga batalla judicial, sino que se prolongarían hasta tanto fueran abolidas todas las leyes estadounidenses hacia la isla, como el embargo y la ley de Ajuste Cubano, entre otras.
Como parte de esa estrategia, el gobierno patrocina desde hace un año manifestaciones cada fin de semana en una distinta localidad de la isla. Este sábado 50.000 personas se congregarán en la población de San José de Las Lajas, informó hoy el oficial diario Granma.
La primera de esas normas que debe ser derogada, ha dicho Castro, es la ley de Ajuste, promulgada por Washington en 1966, y que permite a cualquier cubano que llegue a Estados Unidos, quedarse en ese país y solicitar la residencia.
La Habana insiste que la ley estimula riesgosas salidas ilegales como la intentada la Navidad pasada por los cadetes Maikel Fonseca, de 16 años, y Alberto Vázquez, de 17, ambos estudiantes de una escuela militar de La Habana.
El 24 de diciembre, Vázquez y Fonseca abordaron como polizones el tren de aterrizaje de un avión que cubría la ruta hasta Londres y fallecieron en medio de las bajas temperaturas del vuelo. Cuba dice que los cadetes, cuyos restos fueron repatriados este miércoles a la isla, buscaban llegar a Estados Unidos.
Cuba asegura que las salidas de cubanos son por razones económicas, como otros ciudadanos de América Latina, y no políticas, e insiste en que Washington cierra las puertas a otros latinoamericanos, pero estimula le llegada de cubanos para 'denigrar' al gobierno de la isla.
Ningún cubano puede salir de la isla, por turismo o de forma permanente, sin contar con un permiso del gobierno, en un largo trámite que muchas veces culmina con una negativa oficial.