WASHINGTON.- George Walker Bush, quien asumió hoy la presidencia de Estados Unidos ha prometido cicatrizar las heridas dejadas por una de las elecciones más peleadas y controvertidas en la historia del país.
Tras una breve carrera política que se inició en 1994 como gobernador del estado de Texas, Bush llega a la presidencia de la nación más poderosa del mundo a los 54 años.
Se define como un ''conservador compasivo'' que se preocupará por los menos afortunados, las minorías y los inmigrantes. Pero sus críticos afirman que será ''conservador'' con los pobres y ''compasivo'' solamente con los ricos que financiaron su controversial y millonaria campaña electoral.
En su corta carrera política, Bush ha demostrado ser un hombre simpático y un gobernante pragmático, que renovó la imagen de su Partido Republicano suavizando sus políticas sociales.
Hace dos años, el nuevo Presidente norteamericano fue reelecto gobernador de Texas por amplía mayoría, captando casi la mitad de los votos de los latinos, una notable hazaña para un republicano. u lucha por conquistar la Casa Blanca para su partido, luego de que Bill Clinton la retuvo ocho años, llevó a Estados Unidos al borde de una crisis constitucional en las elecciones del 7 de noviembre.
Su rival demócrata, el vicepresidente Al Gore, ganó más votos, pero Bush se impuso en el colegio electoral que decide la presidencia tras recurrir a la Corte Suprema para evitar un recuento de votos en Florida, estado gobernado por su hermano, Jeb Bush, donde hubo quejas de irregularidades en el cómputo.
Empresario Bonachón
Durante los primeros 45 años de su vida, nadie pensó que Bush era ''presidenciable''. Más bien era visto como un empresario poco exitoso, de aspecto bonachón, sin cualidades notables e hijo de un padre distinguido. Pero en 1999, cuando lanzó su campaña para la Casa Blanca como candidato de la derecha, logró reunir más fondos que cualquier otro aspirante en la historia de Estados Unidos al exceder los 100 millones de dólares.
Su simpatía personal y espontaneidad lo ayudaron a robarle apoyo popular a Gore, un político tieso y formal, aunque bien preparado. Muchos estadounidenses se preguntaban si Bush tenía la inteligencia, el carácter o la experiencia para ser Presidente, dudas que persistieron con la revelación de que fue detenido en 1976 por conducir ebrio.
Sin embargo, el gobernador texano transformó su falta de experiencia política en un mérito, proclamándose libre de las malas mañas de Washington y prometiendo restablecer la integridad y la decencia en la Casa Blanca tras los escándalos sexuales de Bill Clinton.
''No tengo muchas de las cosas que vienen con la experiencia en Washington. No tengo enemigos. Quiero cambiar el tono de la política en Washington a uno de respeto cívico'', dijo.
El decisivo voto latino
George W. Bush se ha esforzado por atraer el voto de la creciente comunidad latina como ningún candidato republicano anterior, pronunciando partes de sus discursos en español y haciendo campaña con su sobrino mexicano-estadounidense, George P. Bush.
Si bien propone reducir los impuestos federales, recortar programas sociales y aumentar el poderío militar de Estados Unidos, Bush promete un mejor trato para los sectores de la población menos favorecidos.
Ansioso de recuperar la Casa Blanca tras ocho años de gobierno demócrata, el Partido Republicano adoptó las posiciones de Bush y eliminó
su política tradicional contra la inmigración y el bilinguismo, adoptando una imagen más generosa y abierta a las minorías étnicas.
La elección de Bush hijo crea una nueva dinastía política en Estados Unidos que competirá con la de los legendarios Kennedy. Es la segunda vez en la historia del país que llega a la Casa Blanca el hijo de un ex presidente. Su padre, George Bush, gobernó de 1989 a 1993.
El único precedente fue John Quincy Adams, en 1825, hijo del segundo presidente de Estados Unidos, John Adams.
El hermano menor de Bush, Jeb, cuya esposa Columba es mexicana, fue elegido gobernador de Florida en 1998 y también es considerado un político ''presidenciable''.
La familia lleva la política en la sangre por tercera generación. El abuelo del Presidente electo, Prescott Bush, fue senador del estado de Connecticut.Su padre fue director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y, por ocho años, el vicepresidente de Ronald Reagan.
El nuevo Mandatario nació en New Haven, Connecticut, en 1946, y cuatro años más tarde su familia se mudó a la ciudad petrolera de Midland, en Texas. Estudió en la Universidad de Yale y evadió la guerra de Vietnam sirviendo como piloto en la Guardia Nacional de Texas.
En 1975, obtuvo una maestría en administración de empresas en la universidad de Harvard. Dos años más tarde se casó con Laura Welch, una bibliotecaria que influyó mucho en su vida, ayudándole a dejar el alcohol. Bush afirma que dejó de beber hace 14 años. La pareja tiene hijas mellizas de 18 años, Jenna y Barbara.