EL CAIRO.- La ronda de negociaciones intensivas que palestinos e israelíes emprenden esta tarde en la localidad egipcia de Taba se presenta como la más importante apuesta en la búsqueda de un "acuerdo marco" para acabar con el conflicto que los enfrenta desde hace 53 años.
Las conversaciones, previstas en principio durante diez días, son la última oportunidad que tienen ambos bandos de superar el abismo que los separa, antes de las elecciones en Israel a primer ministro, dentro de tres semanas.
Los observadores políticos coinciden en que el éxito en Taba sería crucial para las aspiraciones a ser reelegido del primer ministro israelí, Ehud Barak, que aparece en todas las encuestas electorales por detrás del líder del partido derechista Likud, Ariel Sharon.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat, y Barak han previsto acudir a Taba, en la costas del Mar Rojo, si se producen progresos en las negociaciones.
Fuentes palestinas e israelíes coinciden en que el objetivo de las negociaciones es alcanzar un acuerdo marco sobre las últimas propuestas que presentó a palestinos e israelíes el ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton.
"No vamos a firmar ningún acuerdo que no esté basado en las legítimas resoluciones internacionales, particularmente las referidas a Jerusalén y al retorno de los refugiados", dijo en la radio de El Cairo, "La voz de los árabes", Nabil Shaath, ministro de Planificación y Cooperación Internacional de la ANP.
La parte palestina afirma que la pasada semana hubo avances en la postura israelí sobre los santos lugares de Jerusalén, aunque este supuesto no ha sido confirmado por Israel, que también se ha negado de plano al derecho de los cerca de cuatro millones de refugiados a regresar a sus hogares.
"Lo que esperamos es alcanzar un marco base, que sirva de guía en las futuras negociaciones para un acuerdo final, basado en el plan de paz de Clinton", dijo Yaser Abed Rabbo, ministro de Información de la ANP.
Pese a que las dos partes reconocen el plan de Clinton como la mejor oportunidad para intentar llegar a un compromiso, también admiten que no abarca todas sus demandas, y que será difícil de aceptar por sus respectivas poblaciones.
En caso de llegar a un acuerdo, Arafat y Barak corren el riesgo de ser acusados de haber hecho demasiadas concesiones.Tanto para israelíes como para palestinos, el balneario de Taba, en el Golfo de Aqaba, es un símbolo del diálogo y la diplomacia en la carrera hacia la paz, ya que sus instalaciones fueron testigo de la firma de los dos primeros acuerdos pactos entre ambas partes, después de los Acuerdos de Oslo de 1993.
En el primero, de 1994, se autorizaba a Yaser Arafat a regresar a Gaza desde su exilio en Túnez, y se le entregaba la autoridad sobre este territorio y la ciudad cisjordana de Jericó.
En el de 1995 se ordenaba a las tropas israelíes retirarse de las principales ciudades palestinas en Cisjordania -Belén, Nablús, Hebrón, Ramala, Qalquilia y Tulkkerem-, y se establecían las categorías en las que actualmente están divididos los territorios autónomos.
Las denominadas zonas A quedaban bajo control absoluto palestino, las zonas B, bajo autoridad conjunta, y los sectores C, bajo total dominio israelí.
Taba fue, además, la última porción de la península del Sinaí devuelta por Israel a Egipto, en 1989, diez años después del acuerdo de paz firmado entre ambos países.
La tardía devolución de Taba se debió a que la localidad se hallaba dentro de una franja de un kilómetro cuadrado que Israel se negaba a devolver porque la consideraba parte de su territorio antes de la "Guerra de los seis días" de 1967, y fue necesario recurrir a un arbitraje internacional, que falló a favor de Egipto.
Durante el citado conflicto, las tropas israelíes conquistaron los altos sirios del Golán, Cisjordania, Gaza y la península egipcia del Sinaí, territorio que ha sido devuelto por Israel a los árabes hasta la fecha.
