BELGRADO.- En un adiós a la prolongada era comunista serbia, 250 legisladores recientemente elegidos se reunieron este lunes para instalar la nueva legislatura, la primera inaugurada desde que el ex Presidente Slobodan Milosevic fue depuesto.
La sesión comenzó con el discurso de Zaharije Trnavcevic, decano de los legisladores presentes en la sala y encargado de dar la bienvenida a la asamblea. Casi de inmediato los legisladores empezaron a trabajar en la agenda del día: verificar el mandato de cada uno de los diputados y elegir un presidente del parlamento.
Más de dos terceras partes de los diputados del parlamento provienen de una alianza prodemocrática de 18 partidos, conocida por el nombre que tiene desde su fundación: Oposición Democrática de Serbia.
Fue el activismo político de la alianza y el amplio apoyo popular que finalmente obligó a Milosevic a aceptar su derrota en las elecciones presidenciales de septiembre, y abandonar la presidencia de la Federación Yugoslava, formada por Serbia y Montenegro.
Entonces, el 23 de diciembre de 2000, Serbia tuvo sus primeras elecciones libres desde el fin de la época comunista. Al ganar una mayoría de 176 escaños, la alianza puso fin a un periodo de la historia iniciado cuando los comunistas tomaron el poder después de la Segunda Guerra Mundial y que terminó tras 13 años del régimen de Milosevic.
El Partido Socialista de Milosevic quedó reducido a sólo 37 escaños en la asamblea de 250 asientos, mientras que los sitios restantes se distribuyeron entre dos partidos ultranacionalistas de derecha, el Partido Radical Serbio y el Partido Unidad Serbia, con 23 y 14 escaños respectivamente.
La alianza de la Oposición Democrática de Serbia ya había obligado a los socialistas de Milosevic a compartir el poder en un gobierno interino formado en noviembre, pero se espera la formación de un gabinete totalmente nuevo para esta semana, tras la sesión inaugural del parlamento.
La alianza prodemocrática también ha realizado reformas para acelerar la recuperación económica y política, pero será una tarea difícil, dada la diversidad de ideologías en los 18 partidos que la componen. Tras unirse el año pasado con el fin de derrocar a Milosevic, los partidos representan todo el espectro político serbio, y han sido evidentes algunas tensiones en sus esfuerzos por mantener la unidad.