BOGOTA.- Los representantes del Gobierno colombiano y los guerrilleros de las FARC iniciaron este lunes una nueva ronda de conversaciones, tendientes a destrabar el esquema de paz, mientras estalló una polémica en el país por una propuesta rebelde de prorrogar indefinidamente la zona de distensión, cuya vigencia legal vencerá el próximo 31 de enero.
Ese encuentro siguió al que las partes sostuvieron el domingo, en la zona desmilitarizada de 42.000 km2, cuando emprendieron la "evaluación de los aciertos y desaciertos" del proceso de paz, congelado por los insurgentes el pasado 14 de noviembre, alegando que el Gobierno no combate adecuadamente a los paramilitares de ultraderecha.
El alto comisionado para la paz del Ejecutivo, Camilo Gómez, y el portavoz y negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), Raúl Reyes, señalaron que en la reunión de este lunes se seguirán examinando fórmulas para reactivar las conversaciones de pacificación.
Gómez dijo el domingo que entregó al jefe y fundador de las FARC, Manuel Marulanda ("Tirofijo"), un documento con 11 propuestas para "relanzar" y agilizar el proceso de paz, iniciado el 7 de enero de 1999 y suspendido desde entonces en seis ocasiones.
"El Gobierno le ha planteado a las FARC, directamente a Marulanda, una propuesta que permita hacer un relanzamiento del proceo de paz con acuerdos y hechos concretos, que es lo que está esperando el país", declaró el consejero a la prensa.
El funcionario se abstuvo de ahondar en las iniciativas, pero señaló que están orientadas a "acordar mecanismos que salvaguarden el proceso de paz y avanzar en los temas de interés del esquema y, obviamente, del país". Gómez indicó que la iniciativa oficial "no supone propiamente una contrapropuesta" a una carta enviada el viernes pasado por Marulanda al Gobierno, en la que sugirió prorrogar indefinidamente la vigencia legal del despeje y conformar una comisión mixta que evalúe la lucha contra los paramilitares, entre otros asuntos.
Reyes señaló el domingo que el tema del paramilitarismo "sigue siendo un obstáculo grande para el proceso", aunque los rebeldes quieren "ver qué cosas se pueden hacer para darle fuerza a las negociaciones" de paz. El senador Enrique Gómez, del partido Conservador del Presidente Andrés Pastrana y un duro crítico del plan de paz con las FARC, se expresó en contra de la posible prórroga indefinida de la zona, con el argumento de que ello "sería como perpetuar el dominio sobre una parte del territorio de un grupo que no ha dado ni una sola muestra de reconciliación".
El enviado especial de la ONU para Colombia, el noruego Jean Egeland, que la semana pasada se entrevistó por separado con Pastrana y los dirigentes rebeldes, señaló que está de acuerdo con que amplíe el despeje a partir del 31 de enero, aunque no mencionó el carácter indefinido propuesto por "Tirofijo".
Según Egeland, los próximos diez días serán "decisivos" para el proceso, ya que "se puede elegir entre seguir adelante en este difícil camino hacia la paz, o se puede terminar, lo que sería, a mi juicio, terrible". El diplomático dijo haberle reiterado a la dirigencia rebelde que "el sentir de la comunidad internacional es que se tiene que continuar el proceso de paz y que las partes deben negociar seriamente, en especial un acuerdo sobre los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario".
