QUITO.- Los frentes sociales de Ecuador mantienen las protestas contra la política económica del Gobierno, aunque sin la participación masiva prevista, que esperan se concrete durante la huelga nacional prevista para el próximo 7 de febrero.
Las organizaciones populares exigen la derogación de los últimos aumentos en los precios de las gasolinas, el gas de uso doméstico, las tarifas del transporte público, la electricidad y la telefonía.
Las protestas comenzaron el pasado 2 de enero, con violentas movilizaciones estudiantiles, que han ido disminuyendo en intensidad.
Las manifestaciones más fuertes de hoy se registraron en las provincias de Imbabura, Cotopaxi, Tungurahua y Carchi, con un resultado de al menos 80 huelguistas detenidos.
La Policía informó de que en al menos 13 de las 22 provincias del país se han registrado cierres momentáneos de carreteras. En la ciudad andina de Latacunga, 75 personas fueron detenidas por intentar poner obstáculos en la carretera Panamericana, que cruza el país de norte a sur.
Cerca de la ciudad de Ibarra, capital de la provincia de Imbabura, unos mil campesinos obstaculizaron carreteras y grupos de manifestantes se enfrentaron con la policía.
El tránsito por esa vía se interrumpió por momentos, lo que provocó una sensible disminución del flujo circulatorio y del suministro de productos agrícolas a los centros urbanos.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) ha anunciado que las protestas continuarán e irán creciendo en intensidad. El presidente de la Conaie, Antonio Vargas, dijo que a medida que transcurra el tiempo se irán sumando a las protestas otros grupos sociales.
Vargas dijo no temer las amenazas del Ejecutivo que ha advertido con llevar a la cárcel a los huelguistas que atenten contra el orden público y la seguridad ciudadana.
La Coordinadora de Movimientos Sociales (CMS) ratificó que las protestas serán pacíficas, aunque advirtió de que la protesta será total el 7 de febrero, durante la huelga nacional. Napoleón Saltos, vocero de la CMS, afirmó que la protesta es indefinida y sólo concluirá cuando el Gobierno retroceda en la aplicación de los ajustes.
Por su parte, el ministro de Gobierno (Interior), Juan Manrique, aseguró que las movilizaciones han ido decreciendo y, aunque no minimizó las protestas, hizo un llamamiento a los dirigentes de las organizaciones sociales a que depongan las medidas de presión y se sumen a la actitud de la mayoría de la población que, de momento, no ha participado en las movilizaciones.
Manrique anunció, además, que las actividades escolares en los colegios públicos, suspendidas en Quito y Cuenca desde el lunes, se reanudarán mañana, ya que las protestas no han alcanzado la magnitud que las autoridades temían.