ALLAHABAD, India.- Protegido por comandos y guardaespaldas tibetanos, llegó hoy el Dalai Lama a la mayor concentración religiosa del mundo en una caravana de automóviles blancos que pasó rauda en medio de miles de hindúes que esperaban bañarse en las aguas sagradas del Río Ganges.
El festival Kumbh Mela, que atrajo ayer 32 millones de personas hasta la confluencia de los ríos Ganges y Yamuna, ha tenido problemas en años pasados porque se producen estampidas entre los miles de asistentes.
Los organizadores tienen prohibido el paso de automóviles en la zona del festival, pero hicieron la excepción por el exiliado líder de los budistas tibetanos, que vinieron a participar en la ceremonia hindú de oración y ofrendas al río.
Muchos feligreses que se aglomeraron sobre los puentes esperaron durante horas por su turno para bañarse en el río, observaron y saludaron al convoy del Dalai Lama cuando pasó por el centro del área del festival.
A continuación ingresó a unos edificios precarios donde almorzó con los principales líderes hindúes y principales autoridades del Consejo Mundial Hindú, un grupo que cree que la multirreligiosa India debería ser una nación hindú.
Los comandos armados y los guardaespaldas del Dalai Lama se apostaron frente al edificio en el centro de una zona de 1.400 hectáreas donde se realiza el festival en Allahabad, el terreno religioso hindú a 610 kilómetros al este de Nueva Delhi.
El Dalai Lama planea reunirse con devotos budistas y dará mañana un discurso al público sobre la paz mundial.