MADRID.- Un cocinero de la marina española murió el viernes cuando una bomba explotó dentro de su automóvil en la ciudad vasca de San Sebastián, en un ataque que fue inmediatamente atribuido al grupo separatista ETA.
La policía identificó a la víctima como Ramón Díaz García, de 51 años, casado con dos hijos. Díaz era un empleado civil de las fuerzas armadas que trabajaba de cocinero para la marina.
Dos personas, de 16 y 40 años respectivamente, resultaron lesionadas levemente y fueron atendidas en un hospital de la ciudad, informaron las autoridades.
La explosión ocurrió a las 7:40 de la mañana en una zona de residencias militares, próxima a un cuartel del ejército. Los agentes de la policía autónoma vasca mantenían acordonado el lugar.
Los políticos atribuyeron inmediatamente el ataque a la ETA. "Esto es un asesinato con alevosía que no consigue nada", dijo el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, en Radio Nacional tras conocer los hechos. "Estos asesinos lo único que van a conseguir es pasar muchísimos años en la cárcel", añadió.
El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, también condenó el atentado y convocó a los ciudadanos a concentrarse a mediodía frente a todas las instituciones para mostrar el rechazo a los atentados de la ETA y expresar su solidaridad con la familia de la víctima.
"La sociedad tenemos que demostrar un rechazo absoluto a este tipo de atentados, ante estas barbaridades" , dijo Imaz.
Imágenes de televisión mostraron un automóvil blanco todo destruido por la explosión y rodeado de escombros en medio de una calle de San Sebastián.
El el 2000, la ETA se atribuyó 23 asesinatos, su año más sangriento desde 1992. El ataque del viernes sería su primer asesinato de este año. Esta misma semana, dos bombas en vehículos en el norte de España que no llegaron a explotar se atribuyeron a la ETA.