WASHINGTON.- El gobierno federal emprendió una investigación de unas 1.000 reses puestas en cuarentena en Texas tras la advertencia de una procesadora de alimentos de ganado de que pudo haber violado una prohibición contra la diseminación del mal de la vaca loca.
La enfermedad, también conocida como encefalopatía espongiforme bovina, nunca ha sido diagnosticado en las cabezas de ganado estadounidenses, pero el gobierno ha prohibido, por precaución, que vacas y borregos consuman alimentos hechos a base de restos de otros animales.
La empresa procesadora notificó a la Administración de Drogas y Alimentos, o FDA por sus siglas en inglés que pudo haber mezclado ingredientes, y algunas reses pudieron ser alimentadas con comida hecha a base de huesos de ganado estadounidense, declaró ayer el vocero de la FDA Lawrence Bachorik.
"Ningún animal que haya recibido ese alimento entrará a la cadena alimenticia a menos que la FDA decida que ello no representa un problema", dijo.
Los animales fueron puestos en cuarentena mientras los investigadores de la FDA determinan si alguno de ellos consumió los alimentos prohibidos, dijo Bachorik.
Aunque no dio a conocer el nombre de la compañía involucrada, sí subrayó que cualquier riesgo es teórico porque no se ha encontrado el mal de la vaca loca en ninguna res criada en Estados Unidos.
Hasta ahora, la encefalopatía ha afectado solamente a los animales criados en Europa. La prohibición de consumo de alimentos tiene el fin de evitar que la enfermedad pueda diseminarse mediante alimentos para ganado en el caso de que llegara a territorio estadounidense.
Un informe reciente de la FDA halló que cientos de fabricantes de alimentos para ganado violaban normas y reglamentos asociados con la prohibición.
La Asociación Nacional de Productores de Ganado Bovino organizó una reunión privada, el lunes, a la que asistieron representantes de la industria, funcionarios de la FDA y del Departamento de Agricultura con el fin de presionar para que las reglas se cumplan.
"Decidimos que, dada la situación en Europa, era conveniente reunir a todos los interesados para lograr que se observen, en un 100% las prohibiciones de la FDA contra (esos) alimentos", dijo Gary Weber, que encargado de la supervisión de regulaciones del grupo de ganaderos.
La FDA advirtió a los fabricantes de alimentos para ganado que violaciones continuas a la prohibición serán sancionadas con embargos de productos, clausura de instalaciones, e incluso procesos legales.