LONDRES.- Un hospital británico admitió hoy viernes, que en la década de los noventa traspasaba a un laboratorio farmacéutico, a cambio de donaciones económicas, glándulas de niños vivos sin que lo supieran sus padres.
Un portavoz del hospital Alder Hey de Liverpool (al norte de Inglaterra) reconoció hoy que "durante un breve período entre 1991 y 1993 se cedían (glándulas) a una firma farmacéutica para investigación".
La misma fuente admitió que el hospital entregó a principios de la década de los noventa a una firma farmacéutica ciertos "desechos quirúrgicos", como tejidos del timo, un órgano linfoide cercano al corazón y de gran importancia para la regulación del sistema inmunológico durante la infancia.
Ese portavoz añadió que la retirada de esas glándulas o al menos parte de ellas es una práctica común en las operaciones de corazón entre niños para facilitar la visibilidad.
Los laboratorios Aventis Pasteur, especializados en vacunación y partícipes en 1998 en el plan de Erradicación Global de Polio de la Organización Mundial de la Salud, admitieron que en el período mencionado donaron dinero al hospital a cambio de tejidos humanos.
Hasta el momento la dirección del centro hospitalario no había reconocido más que la extirpación de órganos de niños muertos sin el consentimiento de los padres durante la década de los noventa.
El secretario de Estado de Sanidad, John Hutton, dijo que era "absolutamente horrible" que se retirara sin permiso glándulas de niños que luego se entregaban a firmas farmacéuticas.
En declaraciones a Sky News, Hutton explicó: "Como padre, pienso que lo importante aquí es el consentimiento. Si los padres lo hubieran aceptado no pasaría nada, pero es completamente inaceptable que no fuera así".
La última noticia de este escandaloso caso se conoce en vísperas de que el ministro de Sanidad, Alan Milburn, presente este martes en el Parlamento un informe con los resultados de la investigación independiente sobre el hospital Alder Hey, encargada hace poco más de un año.
Los padres afectados han puesto una vez más el grito en el cielo y han reiterado sus quejas contra la escandalosa conducta del hospital. Un representante del colectivo de familias afectadas, Ian Cohen, dijo a la BBC que "ninguna de las personas a las que represento sabía nada de esto. Hemos luchado durante quince meses para descubrir qué ocurrió realmente con los órganos y el Alder Hey siempre rehuía del tema", añadió.
A finales de la década de los noventa se descubrió que entre 1988 y 1995 algunos médicos de ese hospital extirparon de los cadáveres de centenares de niños los riñones, pulmones o incluso, en algunos casos, su corazón sin que los padres tuvieran conocimiento de ello.
En noviembre pasado se conoció además que ese mismo hospital mantenía almacenados cuatrocientos fetos, procedentes tanto de abortos voluntarios como naturales.