MOSCU.- El Kremlin sugirió hoy que el cadáver embalsamado de Lenin podrá ser enterrada en un futuro, asunto que aún despierta en Rusia las pasiones de los partidarios y adversarios de ver al líder soviético fuera de su Mausoleo en la Plaza Roja de Moscú.
"La cuestión debe ser decidida", dijo a la agencia Interfax un miembro de la administración presidencial rusa, quien afirmó que esa decisión tardará aún en tomarse.
El Kremlin dio así más pábulo a los rumores periodísticos que afirman que el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, tratará de llegar a un difícil consenso parlamentario para enterrar el cuerpo del fundador de la URSS.
Ya lo hizo con la recuperación del himno soviético y del escudo zarista, pero ahora cuenta con la oposición férrea de los comunistas, reacios a que les quiten el símbolo más querido del anterior régimen.
El cuerpo embalsamado de Vladímir Ilich Ulianov "Lenin" está en el Mausoleo de la Plaza Roja desde 1924, cuando murió, y allí ha permanecido durante 77 años a excepción del periodo durante la II Guerra Mundial en el que la momia fue evacuada a Tiumén, en Siberia, donde estuvo 1.360 días.
Entre 1953 y 1961, compartió lecho fúnebre con su camarada Joseph Stalin, hasta que en 1956 el XX Congreso del Partido Comunista Soviético condenó el culto a la personalidad del sucesor de Lenin y lo desplazó también del Mausoleo.
Stalin fue enterrado en la muralla del Kremlin junto al Mausoleo, al igual que otros egregios miembros del aparato soviético y donde también está la tumba del periodista estadounidense John Reed, quien se inmortalizó a sí mismo y a la revolución bolchevique con su libro "Diez días que estremecieron al mundo".
Sin embargo, de ser sepultado Lenin, no parece que su tumba vaya a estar cerca de la de su heredero ideológico y político, al pie de las murallas del Kremlin.
Los partidarios de enterrar al fundador del Estado soviético subrayan que hay que cumplir los deseos del líder bolchevique, quien quiso que le dieran sepultura en San Petersburgo.
Esta voluntad fue traicionada por el "Politburó" comunista, que consideró de mayor utilidad ideológica la transformación de la Plaza Roja en la Meca del comunismo gracias a la honorable momia y el Mausoleo que la acogió.
La viuda de Lenin, Nadezhda Krupskaya, había insistido en que su marido eligió para su último reposo el cementerio de Volkosvskoye, en San Petersburgo, entonces llamada Petrogrado pero rebautizada Leningrado en honor del líder, nombre que conservó hasta la caída de la Unión Soviética hace diez años.
Aunque entierren la momia fuera de la Plaza Roja, es difícil que ésta pierda la condición de lugar de culto que todavía conserva, sobre todo en fechas señaladas, como el 22 de abril (nacimiento de Lenin) o el 21 de diciembre (el de Stalin).
En cualquier caso, allí quedan los cuerpos de los revolucionarios enterrados ya en noviembre de 1917, caídos en la Revolución de Octubre, los de los primeros camaradas que dieron su vida por el comunismo y los restos de los prohombres del sistema soviético.