LIMA.- Las autoridades peruanas siguen a la espera de una respuesta del gobierno de Japón a su pedido de colaboración en la investigación al ex Presidente Alberto Fujimori, dijo este martes el Canciller Javier Pérez de Cuéllar.
El jefe del Gabiente, ex secretario general de las Naciones Unidas, se mostró contrariado al reconocer que todavía el gobierno peruano no ha recibido ninguna respuesta de Japón. "Todo se atrasa, porque los japoneses, no se si hablan español, pero aunque no lo hablen, se hacen los que no lo hablan(...) entonces hay que ponerlo todo en japonés", comentó el personero al referirse a la exigencia de las autoridades japonesas de que los documentos remitidos sean redactados en la lengua nipona.
Desde noviembre pasado, cuando Fujimori viajó a Japón y renunció desde allí a la presidencia, la cancillería ha insistido ante los nipones para que colaboren con la investigación al ex Mandatario. Un primer pedido, canalizado por una comisión legislativa que investiga la fortuna del prófugo ex asesor de Fujimori, Vladimiro Montesinos, fue rechazada por las autoridades japonesas, aduciendo que su legislación les impedía atender pedidos que no provengan del poder judicial.
La Cancillería insistió enviando exhortos a Japón para que se levante el secreto bancario en entidades de ese país, y poder conocer si Fujimori tiene alguna relación con las millonarias cuentas que Montesinos posee en Suiza, pero hasta ahora no se les había dado respuesta.
Japón reconoció a Fujimori como ciudadano del país, cuando se comprobó que sus padres -inmigrantes nipones- lo habían inscrito al nacer en el consulado japonés en Lima. La ahora reconocida nacionalidad de Fujimori impide una eventual extradición del ex Mandatario, pues no existe un tratado en esa materia entre Perú y Japón.
Aunque no existen aún cargos contra Fujimori, sus detractores creen que no puede encontrarse exento de responsabilidad de las actividades ilícitas de Montesinos, quien es acusado por presunto enriquecimiento ilícito, corrupción de funcionarios, tráfico de armas, entre otros.
"Podría haber un sentimiento de patriotismo, porque ellos (Japón) tienen en su conciencia que el señor Fujimori era más japonés que peruano", dijo Pérez de Cuéllar, tratándose de explicar la falta de respuesta de parte de las autoridades niponas.
Fujimori dijo anteriormente que usaría su nacionalidad japonesa para protegerse de la persecución política, de la que afirma que es víctima en Perú. Su renuncia fue rechazada por el Congreso, que en cambio lo destituyó por incapacidad moral el 21 de noviembre, tras una grave crisis política desatada por escándalos de corrupción.