BOGOTA.- El Presidente colombiano, Andrés Pastrana, dio este miércoles a la guerrilla marxista de las FARC un ultimátum para reactivar el proceso de paz, al prorrogar por apenas cuatro días la zona desmilitarizada que al sur del país ocupan los rebeldes y proponerle al líder insurgente una entrevista personal dentro de se plazo, con el fin de destrabar las tratativas.
A pocas horas de vencer la última prórroga, este miércoles temprano en una alocución transmitida por radio y televisión, el Mandatario, tras reafirmar su voluntad de conseguir la paz para el país, le formuló la invitación a Manuel Marulanda (alias "Tirofijo"), el líder del grupo rebelde.
Para concretar la entrevista, que se cumpliría en la zona desmilitarizada controlada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Pastrana prorrogó hasta la medianoche del domingo la vigencia de ese territorio de 42.000 km2. "He decidido prorrogar la zona de distensión (desmilitarizada) hasta finalizar la presente semana, con el único propósito de realizar la reunión que le estoy proponiendo a Marulanda, y que confío nos servirá para definir con claridad si continuamos con el diálogo y la negociación", dijo Pastrana.
Con estas palabras el Presidente dejó en claro que la continuación del proceso, iniciado el 7 de enero de 1999, depende de que el líder rebelde acepte la entrevista y logren un acuerdo para proseguir las tratativas, que las FARC congelaron unilateralmente el 14 de noviembre pasado. El grupo insurgente, el más antiguo y poderoso militarmente del país, con unos 12.000 combatientes, condicionó su regreso a la mesa de negociación a que el Gobierno demuestre que efectivamente combate a los grupos paramilitares de extrema derecha.
Pese a que a la medianoche del miércoles vencía la última prórroga de vigencia de la zona desmilitarizada -escenario de las negociaciones de paz-, y a las exhortaciones de Pastrana para que descongelaran el proceso antes de esa fecha, las FARC mantuvieron invariable su posición. Sin embargo, Marulanda, cuyo verdadero nombre es Pedro Antonio Marín, dejó abierta una posibilidad para destrabar el proceso, cuando admitió la semana pasada la posibilidad de un encuentro con Pastrana para tal fin.
Aunque el Presidente, al parecer, aprovechó esa disposición del líder rebelde, de todas formas cedió en su posición inicial expuesta la semana pasada durante la gira oficial que adelantó por Francia y Suecia, y que debió recortar en su última etapa -el foro económico mundial de Davos (Suiza)- para regresar al país y enfrentar la crisis del proceso.
El Mandatario había condicionado la posibilidad de entrevistarse con Marulanda a que el grupo reblede previamente anunciara el descongelamiento de los diálogos, suspendidos precisamente cuando las dos partes se disponían a iniciar las discusiones sobre un eventual cese del fuego y de hostilidades.
Si el encuentro se cumple, este sería el tercero, toda vez que Pastrana se entrevistó por primera vez con el líder guerrillero el 9 de julio de 1998, cuando aún no se había posesionado como Presidente de la República, cargo que asumió el 7 de agosto siguiente.
Luego, el 2 de mayo de 1999 volvieron a reunirse, en momentos en que el proceso de paz también se encontraba en crisis. La cita permitió reactivarlo y acordar el inicio de las negociaciones sobre una agenda de 12 temas. Las dos partes aún no han salido de las discusiones del primer bloque temático, que comprende profundas reformas sociales y económicas, que según las FARC deben conducir hacia un país más justo y equitativo.
Mientras se produce la respuesta de Marulanda, los diferentes sectores políticos y sociales, que en los últimos días se pronunciaron a favor de que se prolongara el plazo de la zona desmilitarizada para salvar el proceso, en general recibieron bien la decisión presidencial y confiaron en que las FARC no cierre las puertas a la paz.