PAIS.- El avión supersónico de pasajeros Concorde, que el pasado julio sufrió un brutal accidente que dejó 113 muertos, finalizó hoy con un vuelo de Istres, en el sur de Francia, a París una serie de dos semanas de pruebas.
El Concorde "Fox-Bravo" de Air France aterrizó sin problemas a las 15:10 GMT ante una multitud de espectadores en el aeropuerto Charles de Gaulle de la capital francesa, donde se produjo la catástrofe que llevó a las autoridades a prohibir el vuelo de los otros doce aparatos franceses y británicos de este tipo.
Los resultados de las pruebas deberán ser ahora examinados y presentados a las autoridades. Estos podrían suponer una condición importante para que la flota de aviones supersónicos pueda volver a volar regularmente.
Esta cuestión podría ser tratada el próximo 9 de febrero en París, en una reunión de expertos británicos y franceses.