MUNICH.- El secretario norteamericano de Defensa Donald H. Rumsfeld procuró hoy convencer a los aliados de Estados Unidos y otros países que un plan de defensa antimisilística no representa "una amenaza para nadie".
Calificó, en cambio, la construcción del sistema como imperativo moral y necesidad de seguridad, en un discurso pronunciado ante la conferencia de Seguridad Europea.
Rumsfeld, en su primer viaje al exterior desde que asumió el cargo, no precisó en detalles sobre la forma en la que el presidente George W. Bush se proponía proceder en cuanto al despliegue de un escudo nacional contra un ataque de misiles balísticos intercontinentales.
Pero dejó en claro que, aunque habría consultas con los aliados, no deberían esperar que Washington rectificara su curso.
Independientemente de cuándo y cómo Estados Unidos despliegue su defensa misilística, "estos sistemas no serán amenaza para nadie. Es un hecho. No debe preocupar a nadie, salvo a los que amenacen a otros", sostuvo.
Los aliados europeos expresaron cierto recelo sobre la prudencia de desplegar el sistema, pero el tema no motivó mas que "quejas corteses", según un delegado norteamericano.
El canciller alemán Gerhard Schroeder les advirtió a los europeos que sus cuestionamientos al plan de defensa antimisilística no deberían definir las relaciones transatlánticas con el nuevo gobierno de Estados Unidos.
"Dentro de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) debemos analizar el impacto de la factible aplicación de este sistema, por una parte sobre las relaciones con China y por la otra sobre las relaciones con Rusia".
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Igor Ivanov, dijo el jueves en la Conferencia de Desarme en Ginebra que resultaba "ilusorio" que Estados Unidos creyera que podría crear por su cuenta "islotes aislados de bienestar y estabilidad en el mundo de hoy" erigiendo un escudo contra misiles en su territorio.
China, que tiene una veintena de misiles balísticos que podrían llegar al territorio norteamericano, también se opone firmemente al plan de Estados Unidos.
Rumsfeld dijo que apenas empezaba a evaluar el estado actual del programa antimisilístico y no planeaba referirse en ninguna de sus reuniones en Munich a puntos específicos.
El año pasado, el entonces presidente Bill Clinton dijo que la tecnología de la defensa antimisilística no estaba suficientemente desarrollada, y los obstáculos diplomáticos eran demasiado insuperables como para comprometer la nación con un pronto despliegue.