JERUSALEN.- Allegados del candidato laborista Ehud Barak dijeron que "la batalla está perdida" en las elecciones especiales israelíes a Primer Ministro de mañana, martes, ya que su rival, el derechista Ariel Sharón, le aventaja en casi 20 puntos.
Los allegados de Barak, primer ministro dimisionario, mostraron su pesimismo a la radio estatal israelí, mientras que medios del partido de derechas Likud, que encabeza Sharón, expresaron el temor de que los votantes se confíen demasiado y no acudan a las urnas debido a que los sondeos le dan una gran ventaja.
Según la prensa israelí, en el Likud también se teme que la diferencia de Sharón sobre Barak en los resultados finales sea demasiado grande, lo que puede obligar al segundo a dimitir, y eso a su vez dificultar un "Gobierno de unidad nacional", como propone el primero y se cree que puede aceptar el segundo. Las tres "palabras mágicas" de Sharón -conocido como "halcón"- durante la campaña electoral han sido "unidad, seguridad y paz", y -según los observadores- han constituido una de las claves de su ventaja en los sondeos.
El publicista israelí Arie Rotemberg comentó hoy que, además, Sharón ha dado durante toda la campaña la imagen de "abuelo bonachón" con fotos en idílicos paisajes del país, mientras que Barak ha asustado a la opinión pública con el peligro de una guerra y de numerosos israelíes muertos. Pero ocurre que unos 50 israelíes -tanto civiles como militares- han muerto desde que comenzó el actual levantamiento palestino, la llamada "Intifada Al Aksa", el pasado 28 de septiembre.
Los últimos sondeos previos a las elecciones, que publican hoy el diario independiente israelí "Yediot Ajronot" y el conservador "Maariv", le dan a Sharón una ventaja sobre Barak de 18 y 19 puntos, respectivamente. De acuerdo con el sondeo del "Yediot Ajronot", Sharón obtendría mañana el respaldo del 56 por ciento de los votantes y Barak el del 38, mientras que el 6 por ciento restante corresponde a los indecisos.
De esta encuesta se desprende que el apoyo a Barak ha aumentado en un 3 por ciento en los últimos días, a la vez que se redujo el número de indecisos. Ello ha llevado a allegados de Barak a decir que, "si el Partido Laborista tuviera una semana más de tiempo, lograría superar la diferencia".
El sondeo del diario "Maariv", por su parte, le vaticina a Sharón el apoyo del 55 por ciento de los israelíes y a Barak el del 36, mientras que el 9 por ciento restante "no sabe" o "no contesta". En consecuencia, según comentaristas políticos israelíes, la batalla de los laboristas en el día previo a las elecciones es sólo por que la diferencia entre el favorito Sharón y Barak sea lo más pequeña posible.
La eventualidad de que la derrota de Barak sea más o menos rotunda repercutirá en el futuro político del jefe de Gobierno dimisionario dentro del Partido Laborista que él encabeza, donde las espadas ya están en alto para sucederle, aun cuando sus allegados dicen que aquél no tiene intenciones de dimitir aunque pierda. En todo caso, en el Likud están convencidos de la victoria de Sharón, pero no quieren que éste "tropiece" con alguna declaración que enfade a algún sector de votantes, por lo el candidato de ese partido tiene instrucciones de callar durante todo el día de hoy.
En el día de las elecciones, la palabra clave será la capacidad de organización del Partido Laborista y del Likud, y hoy llega a su fin una campaña aburrida y carente de emoción, aun cuando los resultados de los comicios habrán de influir sobre el futuro de la paz en Oriente Medio.