HONG KONG.- China fustigó hoy lo que calificó como "interferencia" extranjera en Hong Kong, a una semana de una planeada reunión aquí de un funcionario humanitario holandés con miembros de la proscrita secta Falun Gong.
Los asuntos de Hong Kong son "cuestiones internas de China", dice una declaración de la oficina local de la cancillería del régimen comunista de China continental.
"Nos oponemos firmemente a que todo gobierno extranjero y sus funcionarios interfieran en los asuntos internos de China haciendo uso de la cuestión de "Falun Gong"", añade la declaración.
El embajador holandés para los Derechos Humanos, Renee Jones Bos, se reunirá con representantes de Falun Gong en una visita que iniciará el domingo, para que Holanda pueda obtener una mejor comprensión de la secta, dijo el consulado holandés.
La declaración del ministerio chino de Relaciones Exteriores no menciona directamente a Holanda, al que se refiere sólo como "cierto país extranjero".
Pero lanza en cambio una andanada de críticas contra Falun Gong, calificándola como "culto perverso inhumano antisocial, anticientífico con propósitos políticos".
Falun Gong está proscrita en China continental y sus miembros son sujetos a una represión a veces violenta.
Pero el grupo actúa legalmente en Hong Kong, donde imperan amplias libertades establecidas como condición en el acuerdo de devolución a China del territorio que fue colonia británica.
Pero las fuerzas procomunistas presionan a las autoridades de Hong Kong para que repriman a Falun Gong, a la que acusan de abusar de las libertades del territorio para organizar una campaña subversiva contra China.
Los grupos democráticos y de promoción de los derechos humanos temen que limitar las libertades de Falun Gong represente un serio golpe a la libertad de expresión y religión en Hong Kong.
Falun Gong denunció que por lo menos 120 personas han muerto encarceladas en China y miles más han sido detenidas por sus creencias. Pero es difícil verificar estas cifras de fuentes independientes.