MELROSE PARK, EE.UU.- Un hombre a punto de ir a la cárcel por robar piezas en la fábrica automotriz donde había trabajado entró el lunes a la planta, cerca de Chicago, y abrió fuego, matando a cuatro personas antes de suicidarse.
Otras cuatro personas resultaron heridas, dos de ellas muy gravemente, en el más reciente de una serie de violentos ataques ocurridos en escuelas, trabajos y otros lugares públicos de Estados Unidos.
El ataque del lunes ocurrió en la planta fabricante de motores operada por la firma International Truck and Engine Corp., una subsidiaria de Navistar International Corp., en la localidad de Melrose Park, al oeste de Chicago.
Funcionarios federales identificaron al atacante como William Baker, de 66 años, un ex empleado de la compañía, que fue acusado de robo en septiembre de 1999, junto a otros cinco empleados.
Beth Needles, una portavoz de la oficina del Procurador General en Chicago, dijo que Baker se declaró culpable en noviembre de 2000 y había sido sentenciado a cinco meses de cárcel, además de 11 meses de prisión domiciliaria.
El agresor debía reportarse a la prisión el martes.
Su cadáver y el de otras víctimas -entre las que se hallan un supervisor y un técnico- no habían sido movidos aún de la escena del crimen horas después de ocurrido el ataque, en espera del análisis forense.
Baker portaba un fusil de asalto AK-47 cuando entró a la fábrica y comenzó a disparar.
