LOS POZOS, Colombia.- El Presidente Andrés Pastrana y el jefe guerrillero Manuel Marulanda reanudaron este viernes un encuentro que es considerado clave para salvar el proceso de paz, estancado unilateralmente por la guerriilla desde noviembre pasado.
Al evaluar el significado de la reunión, Marulanda dijo este viernes que "quiere decir que estábamos un poco desanimados y nos hemos vuelto a animar". Antes del encuentro, que comenzó a las 9.15 (14.15 GMT), el jefe rebelde adelantó que en la nueva fase de la cita se tratará el tema del intercambio de algunos de los 500 uniformados que mantiene secuestrados la guerrilla por rebeldes presos.
Además, se abordará la continuidad de la zona desmilitarizada de 42.000 kilómetros cuadrados, que fue cedida a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hace dos años para facilitar el proceso de paz, y cuyo plazo vence hoy. El septuagenario comandante aseguró que espera que hoy salga "humo blanco" de la cita con el Presidente.
"El probable que al final del día haya acuerdo sobre el canje que es el asunto que más le interesa a las FARC, pero también en alguna medida de algún tipo de verificación... de lo que sucede en la zona (de distensión)", vaticinó el analista político Alfredo Rangel.
Otros temas tratados ayer en fueron la reanudación de los diálogos de paz, congelados por las FARC en noviembre, ante lo que consideran la falta de una "política clara" de las autoridad contra los paramilitares.
También se abordó el del Plan Colombia, la estrategia antidrogas que apoya Estados Unidos con 1.300 millones de dólares. El Mandatario y el comandante de las FARC dialogaron ayer por más de siete horas en medio de la expectativa generalizada de millones de colombianos y de la comunidad internacional que esperan gestos concretos que ayuden a reducir la creciente violencia en el país.
Pero como el tiempo que duraron las conversaciones no fue suficiente para tratar todos los puntos previstos, Pastrana decidió pasar la noche en la zona desmilitarizada.
La decisión fue elogiada por distintos sectores políticos y empresariales del país que ratificaron con creces la voluntad de paz que ha demostrado el Mandatario desde que asumió el poder en 1998.
Pastrana permaneció en la antigua sede del Batallón Cazadores, edificio que es utilizado por funcionarios del gobierno que viajan a la zona de distensión.
El Presidente ocupó una de las 32 modestas habitaciones que alberga la antigua base militar en San Vicente del Caguán, un poblado ubicado a 30 kilómetros la zona de las conversaciones.
El segundo anillo de seguridad fue integrado por guerrilleros a cargo de los comandantes Domingo Biojó y Andrés París, quienes han velado por la integridad del mandatario durante toda su visita.
"El Presidente aquí significa que para lograr la paz no importan el tiempo que se invierta", dijo orgulloso Néstor León Ramírez, el alcalde de San Vicente del Caguán. Además de la escolta, Pastrana llegó a la zona desmilitarizada con el Alto Comisionado de Paz, Camilo Gómez y otros funcionarios.