BOGOTA.- Iván Villamizar, ex Defensor del Pueblo en Bogotá y prominente líder humanitario colombiano que denunció en el pasado masacres de paramilitares, fue asesinado la noche del lunes en la ciudad de Cúcuta (noreste, frontera con Venezuela) por varios pistoleros motorizados, informó este martes la Policía.
Según ese informe, Villamizar (45 años) fue atacado cuando se movilizaba en un vehículo todoterreno por una calle de Cúcuta, tras salir de la Universidad Libre de esa ciudad, de la que era presidente.
Dos escoltas y el conductor del dirigente resultaron heridos en el tiroteo, se informó.
Villamizar descendió rápidamente de la camioneta e intentó huir, pero fue ametrallado en el pavimento por unos diez pistoleros, que se movilizaban en dos automóviles y una motocicleta, según testigos citados por las autoridades.
Ningún grupo se había atribuido este martes el atentado contra el dirigente humanitario, según el comando de la Policía en el departamento de Norte de Santander, del que es capital Cúcuta (600 km al noreste de Bogotá).
Villamizar se desempeñó hace tres años como Defensor del Pueblo en Norte de Santander, pero debió ser trasladado a Bogotá ante las constantes amenazas proferidas contra él por los paramilitares de ultraderecha, indicaron fuentes de la Defensoría en la capital colombiana.
Tras considerar que había pasado el peligro, el dirigente regresó el año pasado a Cúcuta para asumir la presidencia de la Universidad Libre y promover desde la academia el respeto a los derechos humanos, de acuerdo con los medios periodísticos.
Siendo Defensor del Pueblo en Norte de Santander, Villamizar denunció las masacres de campesinos cometidas por los paramilitares y la omisión de algunos jefes militares y policiales de la región en su labor de combatir a tales escuadrones.
Las autoridades afirman que en Norte de Santander y otras regiones de la frontera con Venezuela también operan los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) y el Ejército Popular de la Liberación (EPL, maoísta), así como los narcotraficantes.
Los paramilitares y los rebeldes libran una guerra a muerte en varias regiones de Colombia, la cual incluye ataques contra campesinos y otros civiles ajenos al conflicto, pero que cada bando percibe como auxiliador del rival.