WASHINGTON.- "Yo tiré de la palanca que inició el procedimiento de emersión", dijo este jueves a la televisión norteamericana uno de los civiles que estaba a bordo del submarino Greeneville que, el viernes último hundió al pesquero japonés en las aguas de Hawaii.}
John Hall, sin embargo, precisó que no estaba solo: "Un miembro de la tripulación estaba allí, a mi lado", dijo en una entrevista concedida a cadena NBC, donde precisó que fue el comandante quien lo invitó a tirar de la palanca para que el submarino saliera a flote.
Otro pasajero civil testimonió que el comandante Scott Waddle y otros miembros de la tripulación controlaron con el periscopio la superficie del océano antes de autorizar la emersión.
"Sin dudas el periscopio fue utilizado", dijo Todd Thoman, siempre a la NBC. "Un miembro de la tripulación -agregó- tomó el periscopio e hizo dos rotaciones completas de 360 grados. El comandante también miró, pero no vio nada en el camino de la emersión del submarino. El timonel entonces dio la autorización y comenzaron con la maniobra".
Los testigos dijeron además que las imágenes del periscopio fueron vistas por toda la tripulación en una pantalla. Luego se produjo el golpe. "Escuchamos un ruido fuertísimo y todo el submarino comenzó a temblar", dijo Hall.
De las 35 personas a bordo del pesquero hundido, 26 fueron puestas a salvo; el resto están desaparecidas.
El viaje de 16 civiles a bordo del submarino fue organizado por un almirante despedido de la marina en 1995, por haber ofendido la sensibilidad japonesa con un comentario sobre un clamoroso caso de violación en Okinawa.
El almirante Richard Macke era el comandante en jefe de las fuerzas norteamericanas del Pacífico, cuando tres de sus soldados que estaban en Okinawa se declararon culpables del secuestro y violación de una adolescente japonesa de 12 años."Habrían hecho mejor en pagarle a una prostituta", fue el desdichado comentario del alto oficial.
Los civiles, aún no todos identificados, eran en su mayor parte, donantes de la fundación responsable de la manutención del USS Missouri, acorazado de la Segunda Guerra Mundial a bordo del cual los japoneses se rindieron a los norteamericanos.