MOSCU.- El jefe de la agencia espacial rusa dijo el lunes que se hará todo lo posible para traer de vuelta a la Tierra a la vieja estación espacial Mir de forma controlada.
Se espera que los restos de la estación, lanzada al espacio hace 15 años, lleguen a la Tierra a una velocidad tal como para atravesar dos metros de concreto reforzado, cuando la Mir caiga del cielo el mes próximo.
"Debemos estar muy atentos y responsables de lo que estamos haciendo. Si cae y causa daños, Rusia será responsable por eso", dijo Yuri Koptev en conferencia de prensa.
"Si tenemos control hasta el último minuto eso nos da la oportunidad de limitar dónde caen los pedazos de la estación".
La Mir debe caer unos 3.000 kilómetros al este de la parte sur de Nueva Zelanda, lejos de las principales rutas aéreas y marítimas.
Se espera que la mayor parte de la estación se queme al entrar en la atmósfera, pero hasta 40 toneladas de trozos pueden caer a la Tierra.
Koptev dijo que el descenso de la Mir se estaba realizando de acuerdo con lo previsto, pero que la fecha exacta de su caída dependerá de las condiciones atmosféricas. Agregó que las operaciones finales sólo comenzarán cuando esté a unos 250 kilómetros de altura.
El científico Nikolai Anfimov dijo en la conferencia de prensa que de acuerdo con los pronósticos actuales la estación descendería a esa altura alrededor del 8 de marzo, con un margen de cinco días antes o después de la fecha.
Koptev dijo que hasta 1.500 fragmentos de la estación caerían en la Tierra durante su descenso sobre un área de 5.000 a 6.000 kilómetros de largo y 200 kilómetros de ancho.
"(La Mir) es la historia de la exploración rusa del espacio", dijo Koptev. "Su creación estará en los libros de historia porque la Estación Espacial Internacional (EEI), ahora construida en órbita, no hubiera sido posible sin ella".
Tras desechar la Mir, Rusia concentrará sus limitados recursos en la ambiciosa empresa de 16 naciones, que construyen la EEI a un costo de 60.000 millones de dólares.