MANILA.- El gobierno de Filipinas ha decretado una tregua unilateral en la guerra que libra desde hace más de dos décadas contra el movimiento guerrillero musulmán en el sur del país, anunció hoy la Presidenta Gloria Macapagal Arroyo.
El objetivo de esta decisión es crear las condiciones para la realización de nuevas negociaciones de paz con el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), explicó la mandataria.
Macapagal Arroyo expresó la esperanza de que la tregua permita también el regreso a sus hogares de miles de personas que huyeron de los enfrentamientos entre el ejército y los rebeldes.
Sin embargo, la presidenta señaló que no se devolverán los campamentos del FMLI que el ejército confiscó el pasado año durante una gran ofensiva contra los rebeldes.
Soldados filipinos tomaron entonces 46 campamentos del grupo guerrillero, todos los que éste poseía en la sureña región de Mindanao. En la operación murieron 200 soldados y 600.000 residentes fueron desplazados como consecuencia de los enfrentamientos.
"Tras la suspensión de las operaciones militares, no habrá devolución de territorios al FMLI", señaló Macapagal Arroyo en conferencia de prensa.
"Es más, el gobierno se reserva la opción de responder proporcionalmente para mantener la ley y el orden, proteger a las comunidades civiles de ataques armados, asegurar el gobierno esencial y los servicios e instalaciones no gubernamentales y evitar el reagrupamiento o consolidación de elementos sin ley", añadió.
Por su parte, el portavoz del grupo guerrillero, Eid Cabalu, acogió con satisfacción la medida adoptada por el gobierno, aunque recordó que ya hubo acuerdos de paz con Manila en el pasado y que siempre se rompieron.
En abril del año pasado, el FMLI había roto las conversaciones de paz con el gobierno del entonces presidente Joseph Estrada. El FMLI declaró una "guerra santa" contra Manila tras la toma de varias bases de operaciones de los rebeldes por parte del ejército.
El FMLI es la organización rebelde musulmana más grande de Filipinas. Desde 1978 viene librando una guerra de guerrillas contra el ejército para conseguir la implantación de un Estado islámico independiente en el sur de Filipinas.
