JERUSALEN.- Dirigentes del Partido Laborista israelí opinan hoy que el hecho de que el Primer Ministro saliente, Ehud Barak, dimitiera como su líder y decidiera abandonar la vida política aumentan las posibilidades de que finalmente se sumen a un gobierno de unidad con el partido de derechas Likud.
Barak hizo el anuncio en ese sentido el martes por la noche, al tiempo que informaba al Primer Ministro electo de Israel y líder del Likud, Ariel Sharon, de que no aceptaba la cartera de Defensa que éste le había ofrecido, y que en cuanto se forme el nuevo gobierno dimitirá como diputado del Parlamento (Knéset).
El camino para un gobierno de unidad con el Likud se ha allanado tras el anuncio de Barak porque los principales dirigentes laboristas se oponían a que éste fuera ministro de Defensa y continuara siendo su líder, y ayer decidieron impedirlo en la reunión, la próxima semana, del Comité Central de ese partido.
El jefe saliente del Gobierno había anunciado tras su derrota en las elecciones especiales a Primer Ministro del pasado día 6 que dimitiría como líder del Partido Laborista y como diputado, y que abandonaría la vida política por un tiempo. Pero pocos días después, el pasado día 15, Barak se echó atrás y aceptó la cartera de Defensa, a la vez que acordaba con Sharon que el Partido Laborista se sumaría a un ''Gobierno de unidad nacional''.
Sharon, que anoche había declarado que la última decisión de Barak ''es un asunto interno del Partido Laborista'', dijo hoy que lamenta que el dirigente laborista se haya visto obligado a abandonar la vida política. ''Se trata de un soldado, un comandante y un ex jefe de Estado Mayor del Ejército israelí'', recordó Sharon, que al igual que Barak es un general retirado, al tiempo que reiteró su llamamiento a formar un gobierno de unidad inmediatamente.
A su vez, el ministro saliente de Comunicaciones, el laborista Benjamín Ben-Eliézer, manifestó hoy que -a diferencia de Barak, de quien era muy allegado- no se opone a que los diputados ultranacionalistas Rejavam Zeevi y Avigdor Liberman integren el gobierno de unidad al que se ha de sumar su partido.
''Si está permitido sentarse con (el líder palestino Yaser) Arafat y negociar con él, no se puede descalificar a ninguna otro político de forma personal'', declaró Ben-Eliézer, también general retirado y aspirante a la cartera de Defensa y a líder del Partido Laborista. ''Ahora tiene que haber unidad en el Partido Laborista y definir una línea política acordada para sumarse al gobierno'', concluyó el ministro israelí.
Pero a quien se menciona como posible ministro de Defensa en un futuro gobierno de unidad encabezado por Sharon es al veterano dirigente laborista Simón Peres, de 77 años, que en el pasado ocupó ese cargo así como el de jefe del Ejecutivo.
Por su parte, el ministro de Justicia, el laborista Yosi Beilin, reiteró hoy su oposición a que su partido integre un gobierno de unidad con los ultranacionalistas Zeevi y Liberman, líder de los partidos Molédet (Patria) y el de inmigrantes rusos Israel B'Alia (Israel es Nuestra Casa), respectivamente, que forman el frente Unión Nacional. ''Lucharé hasta último momento contra la idea demente de unirse a 'Gandhi' (el apodo de Zeevi) y a Sharon; se trata de una quiebra moral absoluta del Partido Laborista'''', afirmó Beilin.
El dirigente laborista Haim Ramón (titular de Asuntos de Jerusalén y adjunto a la Oficina del Primer Ministro), al igual que Ben-Eliézer, ''no se descarta a sí mismo'' como futuro líder de su partido, aunque comentó que ''ahora es necesario acordar un gobierno de unidad''.
Además de Ben-Eliézer y Ramón -uno de los muchos críticos de Barak, a quien hoy calificó de ''politiquero de baja estofa''-, son aspirantes al cargo de líder del Partido Laborista el presidente del Parlamento, Abraham Burg, y el ministro de Asuntos Exteriores, Shlomo Ben Amí.