LONDRES.- El Primer Ministro británico Tony Blair viajará a Washington esta semana para sostener su primera reunión con el Presidente George W. Bush.
Blair, quien se convirtió en el complemento político de Bill Clinton, llega con una refrescante demostración del compromiso de Gran Bretaña con la "relación especial" entre ambas naciones, reflejada en las incursiones aéreas en Irak.
Pero esas acciones le crean a Blair, tensiones con sus aliados europeos, que tratan de crear una papel militar de mayor independencia dentro de la OTAN y que algunas veces están en desacuerdo con Estados Unidos sobre asuntos comerciales.
Los políticos de oposición afirman que las relaciones de Europa con Estados Unidos en un "momento peligroso", pero Blair prefiere ver a Gran Bretaña como un puente entre Europa y Estados Unidos.
"El Primer Ministro siempre ha visto la actitud de tener que elegir entre Estados Unidos y Europa como una falsa opción, y también una opción ligera", dijo ayer el vocero oficial de Blair, Alastair Campbell.
Acompañado por su esposa, Cherie, llegará mañana a Washington, donde se entrevistará con el vicepresidente Dick Cheney antes de dirigirse a la residencia de descanso de Camp David, en Maryland, para sostener conversaciones por primera vez con Bush. El sábado regresará a Londres.
Como antesala de su viaje, Blair defendió enérgicamente la semana pasada, las incursiones aéreas anglo-estadounidenses en Irak, que han afectado las relaciones entre Europa y la alianza británica-estadounidense. Los líderes europeos han expresado, en el mejor de los casos, su incomodidad sobre el ataque.
Blair ha admitido que Gran Bretaña revisará las sanciones contra Irak, pero no dio detalles.