PEKIN.- China urgió hoy jueves a Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea a reconsiderar sus planes defensivos y a trabajar juntos en busca de una solución común que evite la proliferación de sistemas de misiles.
"Deseamos que todos los países puedan trabajar juntos mediante canales diplomáticos para resolver el problema de la proliferación de misiles", declaró hoy Zhu Bangzao, portavoz del ministerio chino de Asuntos Exteriores.
Interrogado por los planes de defensa balística estadounidense y ruso, el portavoz urgió a estos países a "cumplir y mantener el Tratado de Defensa Antimisiles (ABM, siglas en inglés) para salvaguardar el equilibrio estratégico y la estabilidad global".
"Cualquier alteración del Tratado ABM tendrá serias consecuencias para la estabilidad mundial y empujará a los países a una nueva carrera armamentística", reiteró el portavoz del Ministerio. Agregó que la propuesta moscovita de desplegar un sistema de defensa de misiles no estratégicos que englobe a Rusia y la Unión Europea "puede ser considerada siempre y cuando no afecte al equilibrio estratégico ni contradiga el Tratado ABM".
El Tratado ABM, firmado en 1972 entre EEUU y la extinta Unión Soviética, prohibía el despliegue de sistemas de defensa antimisiles internacionales, por considerar que, al incrementar un país su protección, desequilibraba la balanza de fuerzas en el mundo.
El proyecto ruso, presentado hace dos días por el Kremlin al secretario general de la OTAN, George Robertson, ha provocado confusión en Pekín, donde el Gobierno todavía no ha podido definir con claridad su postura ante los nuevos acontecimientos.
A la pregunta de si Pekín estaría dispuesto a desplegar un sistema de defensa de misiles no estratégicos o tácticos, Zhu respondió que "China nunca se embarcará en una carrera de armamento". Agregó, sin embargo, que "Pekín tendrá que ocuparse de su propia seguridad. Tomaremos medidas", aunque no quiso especificar en qué consistirían.
Pekín, que consideraba a Moscú un fiel aliado en contra del sistema antimisiles de EEUU y la reforma del Tratado ABM, parece encontrarse solo en esta lucha para frenar una nueva carrera armamentística. "Cuando un país despliega un sistema así, provoca una sensación de inseguridad en las demás naciones, empujándolas a una carrera de armamento sin fin que puede llegar al espacio exterior", declararon expertos militares a la agencia Xinhua.
En este sentido, Zhu señaló que "China ha tomado nota de las diversas propuestas y está investigando los detalles de los planes" para ver las posibles salidas diplomáticas a la situación. Ya la semana pasada, el portavoz declaró que "China está dispuesta a dialogar con cualquier país, incluido EEUU, sobre cuestiones de defensa y seguridad a nivel mundial".
El objetivo de este diálogo sería, según Pekín, mantener y respetar el Tratado de ABM en su espíritu, es decir, perpetuar el equilibrio de fuerzas en el mundo dentro de las nuevas circunstancias surgidas tras el fin de la Guerra Fría.
Expertos del Gobierno chino consideran que "la importancia estratégica del Tratado ABM supera el ámbito de las relaciones entre Washington y Moscú, ya que afectan a todos los países". De hecho, en dos ocasiones la Asamblea General de la ONU ha pedido por unanimidad que no se modifique este tratado, que se supone "piedra de toque para el proceso de desarme en el mundo y la no proliferación".