JERUSALEN.- La división en el Partido Laborista del saliente Primer Ministro Ehud Barak se profundizó este jueves, pues los de posición más moderada anunciaban intenciones de unirse a una coalición con el electo Ariel Sharon mientras los más pacifistas intentaban impedirlo.
Los negociadores de los partidos Laborista y Likud se reunieron este jueves para otra ronda de conversaciones. La negociadora laborista Dalia Itsik, ministra saliente de protección ambiental, dijo que ambas partes estaban cerca de lograr un acuerdo, suponiendo que el Likud no impusiera nuevas condiciones, y que pudiera presentarse la semana entrante un acuerdo para ser aprobado por el partido.
No resulta claro si los laboristas -que temporalmente han quedado sin líder tras el anuncio de Ehud Barak, de principios de la semana sobre su retiro de la política- sufrirán una escisión. El comité central del partido se reunirá el lunes para votar sobre un posible pacto de coalición.
El principal promotor de la unión con el gobierno de Sharon es el estadista Shimon Peres. Sus asesores negaron los informes de los medios israelíes en el sentido que Sharon hubiera ofrecido a Peres -ex primer ministro y veterano político israelí- la cartera de Defensa, puesto que inicialmente había ofrecido a Barak.
Mientras tanto, el ministro saliente de Relaciones Exteriores Shlomo Ben-Ami y otros laboristas más pacifistas, incluido el ministro de Justicia Yossi Beilin, se reunieron este jueves para encontrar la manera de evitar la formación del gobierno de unidad.
Ben-Ami dijo que el partido sólo puede permanecer fiel a sus ideales conservándose en la oposición. "Hemos buscado la política de paz como una alternativa que debe mantenerse", dijo Ben-Ami, quien condujo las fallidas conversaciones de paz con los palestinos. "Es esencial para el proceso de paz".
En Jerusalén, un conductor israelí resultó herido en un hombro cuando presuntos militantes palestinos bloquearon el paso a su auto y le dispararon en una intersección de carreteras a las afueras de Jerusalén. Los atacantes huyeron en dirección a Cisjordania.
También este jueves, una bomba estalló en la dividida ciudad cisjordana de Hebrón, hogar de 130.000 palestinos y 500 colonos judíos que viven en instalaciones fortificadas en el área central, controlada por los israelíes.