SEUL.- Los Presidentes surcoreano, Kim Dae Jung, y ruso, Vladimir Putin, analizaron este martes las nuevas relaciones de Seúl y Pyongyang, cuyo avance fomentará la paz en esta península y la cooperación económica entre las dos Coreas y Rusia.
Putin, quien llegó anoche a Seúl para una visita oficial de tres días, inició los actos de su agenda con una visita al Cementerio Nacional, donde presentó una ofrenda a los soldados caídos durante la guerra de Corea (1950-1953), en la que el Ejército ruso luchó contra Corea del Sur y los EE.UU.
El Presidente ruso se reunió luego con su colega surcoreano y juntos emitieron un comunicado de siete puntos en el que destacaron el apoyo de Rusia al proceso de reunificación de las dos Coreas, el control de la proliferación de armas masivas en la zona y proyectos trilaterales de infraestructuras.
Los dos Mandatarios mencionaron la necesidad de que Corea del Norte mantenga la promesa hecha en 1992 de congelar su programa nuclear a cambio del proyecto energético KEDO, que financian los Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y la Unión Europea.
En el comunicado conjunto, Corea del Sur y Rusia confirmaron que el tratado ABM de misiles antibalísticos defensivos, de 1972, es un componente fundamental de los esfuerzos internacionales para el desarme nuclear y la no proliferación.
Corea del Sur, añade el comunicado, manifestó su satisfacción por la ratificación rusa el año pasado del Tratado para la Prohibición Total de las Armas Nucleares (CTBT), y del acuerdo Start II, que firmó en 1993 para reducir el número de cabezas nucleares a 3.000 mientras los EE.UU. las rebajaban a 3.500.
Kim Dae Jung y Putin se comprometieron además a una serie de intercambios de visitas oficiales que permitan la continuidad del diálogo sobre "asuntos internacionales de interés para ambos".
En sus conversaciones, los Presidentes trataron la visita del líder norcoreano Kim Jong Il a Rusia, programada para finales de abril, y la posibilidad de que en el semestre en curso el dirigente comunista asiático viaje a Seúl para la segunda parte de la cumbre iniciada en junio pasado en Pyongyang.
En el plano comercial, Seúl y Moscú cooperarán en la explotación de gas en Irkutsk, y desarrollarán un complejo industrial en Nakhodka, en el extremo oriente ruso. Otro de los proyectos fue un tren que unirá las dos Coreas con el Ferrocarril Transiberiano (TSR), lo que convertirá a Rusia en un corredor para las exportaciones surcoreanas a Europa.
La reconstrucción de las vías del ferrocarril que unían Seúl y Pyongyang, dañadas en la guerra civil de 1950 a 1953, comenzó a finales del pasado año, tras la histórica cumbre de junio que por vez primera en medio siglo celebraron los dirigentes de Corea del Norte, Kim Jong Il, y Corea del Sur, Kim Dae Jung.
Corea del Norte recibirá el apoyo ruso para salir de su actual aislamiento, dijo Putin, y añadió que Moscú apoyará todo lo relacionado con la paz entre las dos Coreas.
El Mandatario ruso, quien destacó el papel de su país en esta región asiática, calificó de positivos los contactos entre Moscú y Seúl después del establecimiento en 1990 de relaciones diplomáticas. Algunos analistas señalaron la intención rusa de recuperar su protagonismo en la región al convertirse en un mediador de paz en una de las zonas más inestables del lejano oriente.
Las dos Coreas continúan técnicamente guerra al haber terminado su conflicto en 1953 con un armisticio. Putin continuará mañana su visita con un discurso en la Asamblea Nacional tras el cual se reunirá con Lee Hoi Chang, presidente del Gran Partido Nacional, la primera fuerza de la oposición.