WASHINGTON.- Estados Unidos dio este jueves su aprobación a la lucha contra el narcotráfico de México y Colombia, al tiempo que anunció que suspenderá toda ayuda a Afganistán y Birmania por haber fracasado en la colaboración para erradicar el tráfico de estupefacientes.
El secretario de Estado adjunto para la Lucha Antinarcóticos, Rand Beers, hizo hoy este anuncio durante una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, en la que defendió la validez del proceso de "certificación" pese a las críticas que ha recibido de países latinoamericanos y en el mismo Congreso de EE.UU.
"En sus 15 años de existencia este proceso ha demostrado que es efectivo como instrumento político para reforzar la cooperación contra el narcotráfico", dijo Beers a los senadores, ante los que también admitió que el proceso es "controvertido" y "contundente".
Beers dijo que el Presidente de EE.UU., George W. Bush, había decidido "certificar" a Colombia y México por cooperar con las autoridades de este país en la lucha antinarcóticos. También señaló que este año los países que han recibido el visto bueno de norteamerica por esa cooperación son además de México y Colombia, Bolivia, Brasil, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Panamá, Perú y Venezuela entre los latinoamericanos.
Los otros países "certificados" son Bahamas, China, India, Jamaica, Laos, Nigeria, Pakistán, Tailandia y Vietnam. Durante su intervención del miércoles ante el "caucus"(grupo) del Senado para el Control Internacional de los Narcóticos, Beers dijo que el gobierno de Colombia superó las expectativas en las operaciones contra el narcotráfico hechas en el sur del país "con sólo una mínima oposición, pocos problemas logísticos y sin un significativo desplazamiento de personas de sus lugares de origen".
El secretario de Estado adjunto para la Lucha Antinarcóticos dijo a los senadores que Afganistán y Birmania no habían logrado la "certificación" por su fracaso en la lucha contra el narcotráfico. EE.UU. no mantiene relaciones con esos países, a los que ya ha impuesto sanciones por otros motivos, como es su vinculación al terrorismo en el caso de la milicia religiosa de los Talibán en el primero, y la brutalidad de la dictadura militar en el segundo.
Otros países como Camboya y Haití tampoco obtuvieron la luz verde del Departamento de Estado, pero no recibirán sanciones como los otros dos "por motivos de seguridad nacional".
La "descertificación" por parte de EE.UU. significa que los países que la reciben dejan de obtener asistencia de Washington, que también se opone a que les concedan préstamos en los organismos multilaterales.
Respecto a las críticas al proceso de "certificación", que el Gobierno de EE.UU. comenzó en 1986, Beers admitió que "muchos gobiernos consideran que este proceso es unilateral, que es una valoración subjetiva de sus esfuerzos, sin que de manera recíproca Estados Unidos haga lo mismo".
Pero insistió en que "cuando el Presidente da a conocer cada año su decisión el primero de marzo, nadie debería sorprenderse" porque el informe es el resultado de un año de investigaciones y de consultas entre las embajadas de EE.UU. en esos países y los gobiernos sobre los progresos y los obstáculos para combatir el problema.
EE.UU. comenzó en 1986 el proceso de evaluación o "certificación" de los países que cooperan en la lucha contra las drogas. La Oficina de Asuntos Antinarcóticos del Departamento de Estado es el órgano que inicia en el último trimestre del año este proceso con el propósito de identificar a los países mayores productores o de más tránsito de drogas, así como el grado con que cooperan con EE.UU. para erradicar el narcotráfico.