QUITO.- Los técnicos extranjeros secuestrados en la selva ecuatoriana y liberados hoy, revelaron que sufrieron toda clase de penurias y que recién se enteraron del asesinato de uno de sus compañeros de infortunio, el norteamericano Ron Sander.
"Estoy en estado de shock. Estoy terriblemente afectado porque acabo de saber que mataron a Ron, y él era amigo mío y mi compañero", dijo el chileno Germán Scholz.
Sander fue encontrado muerto a tiros el 31 de enero pasado en la ribera de un río en la selva.
Scholz narró a un periodista del canal 8 que "el día 24 de enero, cuando nos separamos de él, nos despedimos de la mano porque la promesa (de los secuestradores) era que a Ron lo liberaban previo el pago de una adelanto de dinero".
"Cuando regresaron los secuestradores después de unos 12 días dijeron que Sanders estaba en Quito y que mandaba saludos", dijo.
"Estábamos muy contentos, y ahora nos venimos a enterar que lo mataron", agregó Scholz poco después de ser encontrado por militares junto a los otros secuestrados en medio de la selva, en el nororiente del país.
Mientras estuvieron en poder de los captores "caminábamos todo el tiempo, de día y de noche, con lluvia y con sol", dijo, indicando que era una táctica para evitar su rastreo y despistar a los propios secuestrados sobre su ubicación.
"Hoy en la mañana nos separamos de ellos (de los secuestradores) hacia las 9:00 de la mañana y caminamos solos hasta las 12:30 por un sendero de barro", manifestó.
El argentino Juan Rodríguez calificó a los últimos cuatro meses y medio como "terribles" y señaló que sus captores "nos encadenaban durante la noche".
"En una ocasión ellos pensaron que me quería escapar y me encadenaron. Yo estuve encadenado cuatro días completos", agregó al canal 10 de televisión.
No identificaron a sus captores.
Los extranjeros liberados hoy son Steve Derry, Arnold Alford, David Bradley y Jason Weber, norteamericanos; Dennis Corrin, neozelandés; Scholz, chileno, y Rodríguez, argentino.
Rodríguez y Scholz fueron los únicos de los siete secuestrados que conversaron con la prensa. Los norteamericanos y el neozelandéz guardaron silencio mientras hablaban sus compañeros.
Los secuestrados fueron atendidos en el cuartel Tungurahua en las afueras de Lago Agrio, donde recibieron atención médica, descansaron, se asearon y cambiaron sus desgastados y sucios atuendos por ropa limpia.
Los norteamericanos y el neozelandés vistieron uniformes militares de campaña, mientras que el chileno y el argentino recibieron ropa informal provista por las embajadas.
Estaban barbados, con el pelo largo y lucían cansados.
Los técnicos petroleros fueron trasladados en helicóptero al aeropuerto de Lago Agrio donde abordaron un avión privado contratado por las embajadas.
Arribaron a Quito hacia las 18:25 locales (23:25 GMT) y de inmediato fueron trasladados en medio de estrictas medidas de seguridad en un autobús de la policía a un hotel de lujo en el centro de la capital, fuertemente resguardado por la policía.
