KABUL (Reuters) - El destino de las estatuas de Buda más grandes del mundo en el centro de Afganistán era confuso el domingo debido a informes contradictorios sobre el comienzo de su destrucción por el movimiento islámico Talibán.
"No hemos comenzado a destruirlas todavía, pero nos estamos preparando para ello y puede ocurrir en cualquier momento", dijo a Reuters una fuente de Talibán, que gobierna el 90 por ciento de Afganistán.
Sin embargo, otros funcionarios del movimiento dijeron en Kabul que la demolición minuciosa de las imponentes estatuas de Buda en Bamiyán, las mayores del mundo y el tesoro arqueológico más reconocido de Afganistán, estaba en progreso.
No hubo formas de confirmar independientemente el destino de ambas estatuas, porque Bamiyán está en el centro del país a dos días por carretera de Kabul y el Talibán no permitió observadores en el área.
Los dos Budas, de una altura de 175 y 120 metros, se levantan en nichos cavados en una ladera montañosa y fueron los primeros ejemplares conocidos de un sinfín de imágenes de Buda esparcidas por muchas partes de Asia.
El ministro de información y cultura, Qudratullah Jamal, dijo a Reuters que el movimiento islámico no abandonará su decisión de demoler las estatuas y otros ídolos incluidos en el edicto emitido esta semana por Mullah Mohammad Omar, el máximo líder del Talibán.
"El Talibán no aceptará ninguna apelación para revocar su decisión", dijo Jamal el domingo.
El Talibán ha prestado oídos sordos a todos los llamados para frenar la destrucción alegando que está cumpliendo simplemente una prohibición islámica de las imágenes de cosas vivientes, como parte de sus esfuerzos para crear el estado musulmán más puro del mundo.
APELACIONES AL TALIBAN
Un enviado del cuerpo cultural UNESCO de las Naciones Unidas, Pierre Lafrance, tenía planeado reunirse el domingo con el ministro de relaciones exteriores afgano Wakil Ahmad Muttawakil para tratar de frenar el proceso de demolición.
Funcionarios del Talibán dijeron que se esperaba la llegada de Lafrance a la ciudad sureña de Kandahar el domingo por la tarde, pero indicaron que le explicarían que el proceso no se detendrá.
Lafrance, un ex embajador de Francia en Paquistán, llevaba un mensaje del director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, en que exige interrumpir la demolición.
Esta es la más reciente de una serie de apelaciones a Talibán a favor de los dos Budas gigantescos. La India calificó la demolición de "un regreso al barbarismo medieval" y ofreció hacerse cargo de ellos.
Incluso el musulmán Irán, que mantiene tensas relaciones con Kabul, pidió a Talibán que no demoliera los monumentos, alegando que forman parte de "la herencia cultural y nacional del país y pertenecen a la historia de la civilización de la región, en la cual toda la humanidad tiene una parte".