MEXICO.- El Subcomandante Marcos de la guerrilla indígena zapatista evocó hoy al caudillo de la revolución mexicana, Emiliano Zapata, ante miles de personas congregadas en la céntrica ciudad de Cuernavaca, y aseguró que el EZLN "no se va a rendir, ni a vender, pero lo más importante no se va a perder".
La caravana de 24 dirigentes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) recibió una calurosa bienvenida en Morelos, tierra natal de Emiliano Zapata, cuya figura inspiró en buena parte a los indígenas del sureño estado de Chiapas que se alzaron en armas en enero de 1994 como EZLN.
El gobierno de Morelos dispuso más de 1.050 elementos de seguridad para garantizar la estancia de la caravana zapatista en el poblado de Tepozotlán y Cuernavaca, esta última la capital de esa provincia, desde donde Marcos fue retado a un duelo a muerte por un diputado local.
El vocero y estratega del EZLN aprovechó su discurso en la principal plaza de Cuernavaca para mofarse de la amenaza del diputado Salomón Salgado en el sentido de que un grupo de francotiradores estarían esperando el paso de la marcha zapatista por Morelos.
"Solicito atentamente a los francotiradores pagados por el diputado del conservador Partido Acción Nacional que no disparen hasta que termine de hablar, porque nos interesa mucho que la gente buena de Morelos escuche lo que tenemos que decirle", dijo Marcos con humor.
Ante los gritos y festejos de miles de seguidores, Marcos también pidió a los francotiradores "no apunten a la cara porque me arruinan el pasamontañas y cuesta mucho remendarlo".
El dirigente rebelde leyó una carta imaginaria enviada por el jefe del Ejército Libertador del Sur, Emiliano Zapata, en la que pedía a los habitantes de Morelos apoyar la causa del EZLN.
Emiliano Zapata habría escrito que las injusticias que se vivieron en Morelos cuando el pueblo se alzó en armas, continúan y se repiten en el país, dijo Marcos al suponer que el caudillo del sur habría convivido con los zapatistas en las montañas del sureste mexicano, donde el EZLN se alzó en armas en enero de 1994.
En la carta, Marcos comparó al presidente de México, Vicente Fox, con el también héroe de la revolución mexicana de principios del siglo XX, Francisco I. Madero, "quien después de la dictadura quería que todo siguiera igual, que no cambiara nada". "Madero -agregó Marcos- no entendió que la gente sí había cambiado y que no estaba dispuesta a que todo siguiera igual y a Fox le pasa lo mismo", sostuvo.
